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Joan Oller aceptó la dirección del Palau porque se siente "más necesario" que en L'Auditori

25/12/2010 |

 

"Los equipamientos culturales del futuro serán sociales y educativos o no serán", dice el sustituto de Joan Llinares.

El actual director de L'Auditori de Barcelona, Joan Oller, ha explicado en un encuentro con la prensa por qué aceptó la dirección del Palau de la Música Catalana: "Me siento más necesario en el Palau que en L'Auditori", ha dicho, en referencia a todo el proyecto artístico que queda por construir.

Oller se incorporará al Palau en febrero y L'Auditori deberá buscar a un sustituto, algo que según el delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, se hará con la "calma, tranquilidad y reflexión suficiente". Martí ha apostado por la fórmula del concurso, aunque la decisión se abordará en la reunión del Consejo General de L'Auditori, ya en 2011.

Oller se ha mostrado muy cauteloso y ha evitado el "tono de despedida" de L'Auditori, que dirige desde hace 10 años. Además, ha asegurado que no tiene la sensación de ir "a la competencia", porque los dos centros tienen ámbitos comunes.

De hecho, una de sus propuestas será establecer puentes de colaboración y una mayor coordinación entre ambos. El nuevo director del Palau ha asegurado que aceptó el cargo al sentirse "muy identificado" con el proyecto con el que la junta de la ya presidenta Mariona Carulla se presentó a las elecciones, y porque ha notado "consenso" en torno a su nombramiento.

Así, ha destacado la vertiente pedagógica de la propuesta de Carulla, y ha desvelado el lema que aplicará al Palau: "Los equipamientos culturales en el futuro serán sociales y educativos o no serán", ha resumido.

De esta forma aplicará al Palau de la Música uno de sus puntos fuertes, que en L'Auditori se ha materializado con la ampliación de públicos, la creación de un servicio educativo y del programa 'Apropa't', para la inserción de colectivos desfavorecidos en el mundo de la música.

"Mi etapa en L'Auditori no estaba agotada. Me sentía con ánimos de seguir", ha confesado, al tiempo que ha lamentado no poder estar en primera línea para presenciar la consolidación de Pablo González como director artístico de la OBC y al mismo tiempo hacer frente al reto que suponen los recortes presupuestarios.

Martí ha desvelado que el nombre de Oller sonó "desde el principio", aunque éste ha confesado que su primer contacto con Carulla, fue unos días antes de las elecciones.

A modo de anécdota, Oller ha relatado que el Palau es donde empezó a "amar la música", ya desde su infancia, cuando su escuela alquilaba el edificio para llevar a cabo los conciertos de flauta dulce.

Más tarde, se compró con su hermano el abono, "arriba del todo, en el segundo piso". En esos tiempos, ha bromeado, "no sabía absolutamente nada" de la compleja estructura jurídica del Palau, que ahora Carulla se propone simplificar bajo una única Fundació.

Oller sustituirá a Joan Llinares, que fue elegido director del Palau después de conocerse el desfalco de Fèlix Millet. Después de año y medio de gestión, Llinares dejó su cargo y volverá a su tierra natal, Valencia, para trabajar en Edicions Bromera.

Durante mucho tiempo, Carulla sostuvo que el Palau necesitaba dos directores; uno dedicado a la gestión y otro al proyecto artístico, aunque esta propuesta, ha recordado Martí, se hizo antes de saberse que Oller era el elegido.

El delegado de Cultura aludía así a la doble vertiente de Oller, --gestor y con conocimientos artísticos sólidos--, por lo que ha dejado entrever que no quizá ya haría falta un director artístico. Oller no ha querido pronunciarse.

La Vanguardia