24/2/2010 |
Una joven promesa sustituirá como director musical del Palau de les Arts de Valencia al veterano maestro Lorin Maazel, cuyo compromiso con este teatro de ópera expira en otoño de 2011. Omer Meir Wellber (Beer Sheva, 1981), calificado por la intendente Helga Schmidt como «un gran talento», estará vinculado a la Orquesta de la Comunidad Valenciana durante tres temporadas, hasta el año 2014. Por su parte, Gianandrea Noseda (Milán, 1964) se convertirá a partir de 2011 en el principal director invitado del teatro.
Parece que ha llegado la hora de las nuevas generaciones en el Palau de les Arts, cuya reciente historia ha estado marcada por el fulgor de dos de las mejores batutas de nuestro tiempo, Lorin Maazel y Zubin Mehta (quien proseguirá dirigiendo en Valencia el Festival del Mediterráneo).
Una carrera «meteórica»
En cualquier caso, Schmidt insiste en destacar la corta pero provechosa trayectoria de Wellber, avalada por numerosos estrenos en la Ópera de Israel, conciertos sinfónicos en La Fenice de Venecia y actuaciones memorables como la que ofreció en Tel Aviv junto a la orquesta de la Scala de Milán, donde su interpretación de «Aida» recibió grandes ovaciones.
Pero sin duda el mayor valedor del joven director es Daniel Barenboim, quien requiere con frecuencia sus servicios como asistente en la Staatsoper de Berlín desde 2008. Junto al director argentino-israelí ha forjado la «fuerte personalidad» musical que ha llevado a Plácido Domingo a codiciarle como director de la orquesta de Washington o al Maggio Musicale Fiorentino a llamarle para sustituir a Riccardo Muti. A pesar de su juventud, posee en su haber un amplio repertorio lírico, lo que hacía mucho más ventajosa su candidatura frente a la de otros jóvenes talentos como Gustavo Dudamel.
La puesta de largo de Wellber al frente de la Orquesta de la Comunidad Valenciana tendrá lugar el próximo 23 de abril en un concierto sinfónico cuyo programa incluirá obras de Beethoven, Bernstein y Berlioz, aunque su primera toma de contacto fue en septiembre y a puerta cerrada. «Me sorprendió su sonido fresco y joven, creativo y lleno de entusiasmo, no creo que haya en el mundo ninguna orquesta así», aseguró ayer el nuevo director, que como buen israelí no oculta que el factor climatológico de la ciudad también ha jugado un papel importante en su decisión.
Su debut en el foso valenciano no llegará hasta el año que viene, cuando se alterne con Maazel en las funciones de la ópera de Verdi «Aida».
MARTA MOREIRA
Abc