Cerca de notícies

Enquesta

La cita wagneriana, en crisis

25/7/2009 |

 

El casi nonagenario Wolfgang Wagner, padre de Katharina y Eva, abandonó la jefatura del Festival de Bayreuth el pasado año después de dejar «atado y bien atado» el futuro artístico hasta el año 2015. Con él concluyó la era durante la cual se trabajaba aún por amor al arte, menos por los honorarios que por el prestigio que reportaba. Ese lazo tradicional con el mito del «Olimpo wagneriano» parece haberse roto. La representación sindical del personal técnico, que fustigaba los salarios de hambre y la carencia de un convenio colectivo, amenazó con declarar una huelga (horribile dictum!) y paralizar la función inaugural de «Tristán e Isolda», si no se atendían sus reivindicaciones salariales. El compromiso alcanzado in extremis gravará el presupuesto anual de 14,7 millones con 600.000 suplementarios. Hasta ahora existían simples acuerdos personales, pues el nieto del fundador del Festival lo regentó paternalmente con mano de hierro durante 57 años, 42 de ellos en solitario, como un antiguo latifundista decimonónico. Las dos hermanastras perpetúan en cuarta generación la dinastía familiar wagneriana. Eva gestiona el ámbito de la interpretación artística y Katharina el de la producción. El poder decisorio lo ostenta un Consejo.

La repetición total y absoluta del programa del año anterior (tetralogía de «El anillo», Parsifal, Maestros cantores y Tristán e Isolda) es algo inaudito desde décadas. Las naturales modificaciones en los repartos son también de poca monta. El veterano Alan Titus, ya en declive, sustituye al capitidisminuido F. Hawlata (Hans Sachs) en «Los maestros cantores», en tanto que el también desvirtuado W. Schmidt malamante cubrirá el hueco dejado por G. Siegel como «Mime» en la tetralogía. Y puestos a pagar favores, E.Wottrich, otro cantante con bula, volverá a deleitarnos con su sublime mediocridad como Siegmund. Desde hace tiempo hay en la «verde colina» un «agujero negro» en el ámbito canoro, que ojalá Eva, la nueva y experimentada codirectora, se apreste a remediar. En el haber es constatable la gratificante batuta de Ch.Thielemann en la tetralogía o la brillante escenografía, quizá excesiva, de S. Herheim (Parsifal). Una iniciativa novedosa en los 133 años de historia del festival será la escenificación de una ópera para miniwagnerianos: una versión de «El holandés errante» para niños, una iniciativa popularmente atractiva. Tampoco faltará el habitual desfile de vanidades, encabezado este sábado por la canciller Merkel y el presidente de Grecia.

OVIDIO GARCÍA PRADA
Abc