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Enquesta

La Fura dels Baus conquista Florencia con «El Crepúsculo de los Dioses»

4/5/2009 |

 

Dos décadas después de su creación, y a diez años vista de su lanzamiento internacional en el terreno de la música, La Fura dels Baus ha puesto al servicio de Wagner toda la sabiduría adquirida. Los resultados esta vez han superado las expectativas, y el público que llenaba el Teatro Comunale de la Ciudad de los Medici reconoció el esfuerzo con una ovación unánime tras las seis horas -dos descansos incluidos- que duró Götterdämmerung («El Crepúsculo de los Dioses»), cuarta y última etapa del Anillo wagneriano, coproducida, como los anteriores títulos de la saga nibelunga, con «Les Arts de Valencia».

«El Crepúsculo...» abría la programación del 72 Maggio Fiorentino Musicale, el festival italiano de música más enraizado en la historia del país, y la euforia en Francesco Giambrone, sobreintendente del Maggio, era patente, a la vista de la acogida del público al trabajo furero dirigido por Carles Padrissa, que fue creando un estado creciente de emoción entre el público, sobrecogido finalmente con el espectacular tercer acto, en el que se resume todo el quehacer del grupo catalán desde que, hace 20 años, surgió a la luz. En especial desde que en su vida se cruzó la alternativa lírica, con un punto de inflexión especial cuando, en 1999, convertían «La Condenación de Fausto» en uno de los espectáculos más alabados del festival salzburgués. Wagner se convirtió para La Fura en un objetivo claro. «Wagner encaja muy bien en nuestra filosofía», declaraba Padrissa, que en su propuesta suma a la estética -con una laboriosa investigación sobre el videoarte al servicio de su peculiar manera de entender la escena- la ética, transportando el argumento wagneriano a nuestros días, en un espacio cibernético a igual distancia de los grabados de Piranesi y la imaginería de «Blade Runner», con un Rin contaminado por botellas de plástico, y con héroes directamente inspirados en los manga japoneses.

«No es ningún descubrimiento», comenta Carles Padrissa a ABC. «Lo comprendí leyendo a Ángel Mayo, cuando decía que hoy se podría entender la Tetralogía de dos maneras: por la depredación suicida de la Naturaleza, y por la crisis de identidad del hombre mediatizado, que pierde su identidad social. Eso es lo que traspasé al programa. Pensé: si ya hay alguien que se lo ha estudiado, para qué voy a buscar más. Y es que Wagner era un visionario, que intuía dónde iban a llevarnos la industrialización y sus secuelas. Simplemente hemos puesto las cosas en su sitio. No hacía falta inventar mucho más. La inspiración nos viene de lo que hay».

Zubin Mehta
El wagnerianismo de La Fura lo ha entendido muy bien Lissner, presente entre la asistencia, que el año que viene les ha retado con un «Tannhauser» para la Scala. Del apartado musical de este «Crepúsculo de los Dioses» se ha responsabilizado Zubin Mehta, director musical desde 1986, que, tras las ovaciones, escuchó el cumpleaños feliz que, en su 73 aniversario, le dedicaban músicos y público. Gran acierto en la composición del cartel, destacando las poderosas presencias de la soprano Jennifer Wilson y el bajo Hans Meter König, como Brünhilde y Hagen, respectivamente ambos con un peso vocal perfecto para Wagner. Buenas las voces también en el núcleo principal del reparto de la mezzo Catherine Win-Rogers y los barítonos Franz-Joseph Kapellmann y Stefan Stoll. El tenor Lance Ryan, potente en los agudos, seguro que llega a Valencia con un Siegfried más redondeado. Excelentes los coros del Maggio y soberbia la orquesta, teniendo delante a Mehta, uno de los mayores defensores de la esencia wagneriana, con una lectura reflexiva, firme y perfectamente diseccionada de la partitura.

Coincidiendo con las fechas del Festival, la Galería de los Uffizi ha abierto una de sus naves laterales para exhibir algunos de los elementos escenográficos fureros utilizados en los cuatro montajes del Anillo. Aunque lo más espectacular es ver cómo el dragón que guarda el tesoro del Rin reposa ahora a los pies de un fresco con la «Anunciación» de Botticelli, habitualmente cerrada al público.

JUAN ANTONIO LLORENTE
Abc