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Enquesta

El Auditori estrena 'La Cuzzoni', primera ópera de Agustí Charles sobre el ocaso de una diva

9/11/2007 |

 

El Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones lleva al Auditorio los días 9 y 10 de noviembre 'La Cuzzoni', la primera ópera del compositor Agustí Charles, estrenada hace un mes en la ciudad alemana de Darmstadt, que relata el último concierto de la diva en decadencia del compositor Händel.

Subtitulada "Esperpento de una voz", la ópera de cámara tiene libreto escrito en catalán por Marc Rosich, quien con ella hace también su primer trabajo como libretista del 'bel canto', y está interpretada por dos cantantes alemanes y uno brasileño.

El espectáculo se estrenó, subtitulado en alemán y con éxito en régimen de coproducción del festival barcelonés y la ópera de Darmstadt, con motivo de la reciente edición de la Feria del Libro de Fráncfort, que tuvo a la cultura catalana como invitada.

La ópera llega al Auditorio en su versión original, con los mismos cantantes: los alemanes Sonja Gerlach y Werner Volker Meyer y el brasileño Gerson Luiz Sales, más un cuarteto de cuerda.

El compositor Agustí Charles escribió para esta ópera de cámara una música "más expresiva que intelectual" que interpretan los cantantes y el cuarteto de cuerda, con música amplificada, alrededor de la sala, con lo que se crea una sensación orquestal.

Charles ha explicado que, para la composición, jugó con la idea de las cosas que se cruzan alrededor de la diva protagonista de la historia, y por ello escribió un juego instrumental con colores y lenguaje cinematográfico, con sonidos vocales y de instrumentos que se cruzan.

El personaje de la diva italiana histriónica que, a pesar de haber triunfado tuvo que refugiarse en la beneficencia para pagar sus gastos, está interpretada por la soprano ligera Sonja Gerlach, cuando es joven, y por el contratenor Gerson Luiz Sales cuando es ya mayor, mientras que Werner Volker Meyer es el crítico de música Charles Burney.

La dirección escénica está a cargo de Alfonso Romero Mora, regidor del Teatro Real de Madrid entre 1997 y 2004 y que desde hace tres años trabaja en la ópera de Darmstadt.

Romero ha construido una puesta en escena sobre un espacio blanco, sin referencias históricas, cruzado por varias cuerdas elásticas blancas frente a los músicos.

"Son como un espejo roto, símbolos de fragmentos de las cuerdas vocales, de las cuerdas de las telas, de las cuerdas de los instrumentos y quieren ser elementos escénicos que muestran tensión", ha explicado Romero.

Rosich, a partir de su "enfermiza" fascinación por la ópera, ha recreado en el libreto el sentimiento que asocia con este género, que es "de incredulidad" frente al absurdo artificio que para él representa este arte, "suma de tantas artes en extraña alquimia".

Su admiración por Händel le hizo escribir esta pieza dedicada a una de las divas del maestro barroco, conocida como 'la Cuzzoni', un personaje de biografía histriónica y final decadente. Francesca Cuzzoni (Parma 1700 - Bolonia, 1772) fue una soprano italiana, considerada como una de las mejores del barroco femenino, que fue diva de la ópera de Londres, pero llegó a la decadencia cuando había sobrepasado los 50 años y en la capital británica ya no estaba de moda el 'bel canto' en italiano.

En el espectáculo se hace una ficción de la última hora de la diva y se recrea su último concierto en Londres, y la cantante aparece llena de deudas y con una voz envejecida.

La Vanguardia