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Enquesta

Jacobs afronta su primer Rossini

2/6/2007 |

 

El director belga presenta Tancredi en el Palau.

En plena gira europea, que comenzó en Roma el 23 de mayo de 2007 y terminará en Bruselas el próximo jueves, René Jacobs llega al Palau de la Música de Valencia mañana. Uno de los directores de referencia del momento, presentará, en versión de concierto, su lectura de Tancredi.

Después de sus refrescantes acercamientos a la música barroca y a autores tan destacados como Haydn y Mozart, René Jacobs aborda su primera ópera de Rossini, Tancredi, con la magnífica mezzosoprano argentina Bernarda Fink en el papel titular, en medio de una gira por algunas de las principales ciudades europeas que recalará mañana en el Palau de la Música de Valencia.

Estrenada en Venecia en febrero de 1813, Tancredi es la primera verdadera ópera trágica de Rossini (si bien en su estreno veneciano tuvo que optar por un “lieto fine” o final feliz, y el final original, con la estremecedora muerte del protagonista, hubo de esperar hasta que la obra se representara en Ferrara). El libreto de Gaetano Rossi sigue con libertad la tragedia de Voltaire, reduciendo sus conflictos psicológicos y morales, que aparecen en una de las partituras más briosas del autor pesarés: el amor cortesano, el valor del héroe y la defensa del honor. Stendhal, gran admirador de la obra, no dudó en elogiar de ella “la perfecta fusión entre melodía italiana y armonía germánica”, y “la capacidad de otorgar a los instrumentos la parte de sentimiento que el personaje no podría expresar”.

La gira europea de Tancredi comenzó el pasado 23 de mayo en el nuevo Auditorio de Roma y culminará el 7 de junio en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, tras pasar por Rotterdam, París, Colonia y, mañana viernes, por el Palau de la Música de Valencia. Nacido en Gante en 1946, tras una más que estimable carrera como contratenor, René Jacobs ce centró a partir de la década de los ochenta casi exclusivamente en la dirección de orquesta, estando muy ligado a la Staatsoper berlinesa y al Festival de Música Antigua de Innsbruck, que, bajo su mandato, se ha convertido en una auténtica referencia en el género.

Después de sus innovadoras versiones de Monteverdi, Haendel y Cavalli, en los últimos tiempos se ha dedicado a explorar las óperas de Mozart, con reveladoras lecturas de títulos como Così fan tutte, Le nozze di Figaro y La clemenza di Tito.

Por ello, puede resultar muy excitante su primer acercamiento rossiniano, para lo que el músico belga ha escogido una obra que contiene aún muchas referencias barrocas en su dibujo de los personajes o sus referencias caballerescas, y a la que aportará su gusto por el color y los contrastes instrumentales, y su gran sentido del teatro.

Un gran requiebro. Contará con una de las mejores agrupaciones de instrumentos originales, la Orchestre des Champs Elysées, creada por su colega Philippe Herreweghe. El papel principal fue pensado para una de las cantantes predilectas del compositor, la contralto Adelaide Malanotte (para la que también creó, entre otros, el de Isabella en L’italiana in Algeri), y necesita una voz flexible y con cuerpo, capaz de brillar en las coloraturas de “Di tanti palpiti”. Aquí estará asumido por la mezzosoprano argentina, de origen esloveno, Bernarda Fink, una cantante con una magnífica preparación, que ha brillado tanto en el repertorio virtuosístico como en el mundo de la canción.

Completan el reparto la soprano Rosemary Joshua (Amenaide), el tenor Lawrence Brownlee (Argirio), el bajo Federico Sacchi (Orbazzano), así como, en cometidos menores, las mezzosopranos Anna Chierichetti (Roggiero) y Elena Belfiore (Isaura). La parte coral estará asumida por el sólido conjunto English Voices.

Rafael BANÚS
El Cultural