Teresa Berganza inunda de música española la capital cultural de Europa
9/9/2003 |
Berganza conquistó a las casi 400 personas reunidas en la Planetensaal del palacio de Eggenberg, en Graz, que disfrutaron de lo lindo del concierto
VIENA. Berganza, acompañada al piano por el maestro Juan Antonio Alvárez Parejo, demostró una vez más que a sus setenta años sigue siendo una de las voces líricas más potentes del panorama musical internacional. La idea era llevar la cultura española a la sede de la cultura europea. Y el objetivo se logró con creces, en un recital -organizado por el Ministerio de Cultura y por la Embajada de España en el país alpino- que recorrió lo mejor de la música española de los últimos cien años y que incluyó desde las Sevillanas del siglo XVIII, de Lorca, a jotas y seguidillas murcianas de Falla, las canciones Xacobeas de Antonio García Abril y obras de los catalanes Granados y Toldrá, del vasco Guridi y del madrileño Eduardo Halffter. Todo un repaso no sólo a la historia sino también a la geografía musical española que fue recibida por la audiencia con total entusiasmo.
Cuatro bises
Berganza se metió al público en el bolsillo desde el primer momento. Pero fue con los bises cuando el auditorio se vino abajo en aplausos. Hasta cuatro veces bajó la artista del escenario y volvió a subir reclamada por el público. La mezzosoprano empezó por algo tan español como la «Carmen» de Bizet, cambió de tercio al interpretar en alemán al compositor austriaco Hugo Wolf, luego cantó una pieza de Offenbach y cerró la fiesta musical con Mozart, el autor austriaco por excelencia. Y el público agracedió ese guiño con una sonora ovación.
El recital de ayer fue una de las pocas pinceladas españolas que han podido verse hasta la fecha en el programa de Graz como Capital Cultural Europea. Pero, pese a la poca presencia cualitativa, el concierto de Berganza supuso un triunfo total para la cultura española. La intérprete no sólo cautivó a la audiencia con la calidad de su actuación, sino que encandiló al público. En declaraciones a ABC, Berganza aseguró sentirse muy orgullosa de representar a España en la Capital Europea de la Cultura y aseguró sentirse «embajadora» de su país. Además quiso reivindicar la calidad de los compositores españoles y aseguró que «no tienen nada que envidiar a los alemanes», aunque ella reconoció su debilidad por el austriaco Mozart.
La mezzosoprano afirmó hallarse encantada con el lugar escogido para el concierto, una hermosa sala de estilo barroco que estuvo iluminada por la luz de las velas. «Cantar aquí es un privilegio. La acústica es maravillosa y no lo cambio por los más modernos auditorios», declaró.
La gala contó con la presencia de la gobernadora del estado austriaco de Estiria, Waltraud Klasnic, además de númerosas personalidades de la vida cultural y política austriaca y los miembros del Comité de Honor de la Escuela Española de Equitación de Viena, entre ellos Álvaro Domecq. De hecho, el embajador de España en Viena, Raimundo Pérez-Hernández, aseguró que el recital era un «regalo» de España a Graz y a la propia Escuela de Equitación, al frente de cuyo Comité de Honor se encuentra el Rey Don Juan Carlos.
Antonio Sánchez Solís
Abc