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Enquesta

Las cabezas cortadas de Cristo, Buda y Mahoma desaparecen del teatro de la ópera de Berlín

9/12/2006 |

 

Ni rastro: las cabezas decapitadas de Mahoma, Cristo, Buda y Poseidón que salen en la escena final de la producción de «Idomemeo», de Mozart, en la Deutsche Oper de Berlín, han desaparecido de los almacenes del teatro unos días antes de la reposición del montaje, aseguró ayer el diario «Berliner Morgenpost» en una información que el propio teatro confirmó a lo largo del día.

Este montaje del director alemán Hans Neuenfels fue objeto de polémica en octubre, cuando la directora de la Deutsche Oper, Kirsten Harms, decidió retirarla del programa de noviembre por indicios de amenazas islamistas que habían recogido las autoridades de Berlín. El escándalo en la prensa nacional e internacional fue mayúsculo, y políticos de todo color, incluso la canciller alemana, Angela Merkel, criticaron la decisión de Harms.
Tras este revuelo y un par de editoriales indignados en «The New York Times» y otros periódicos de prestigio internacional, Harms reincorporó al programa este «Idomeneo», que en teoría va a representarse los próximos días 18 y 29 de este mes de diciembre. Una portavoz de la Deutsche Oper aseguró ayer que aún hay tiempo para fabricar unas cabezas nuevas para la reposición del próximo día 18, y opinó que no se trata de un robo, sino que seguramente se perdieron dentro de la propia Ópera, no se sabe muy bien cómo.
El «Idomeneo» de Neuenfels se había estrenado en 2003 sin pena ni gloria. Entretanto, el director tiene en cartel un nuevo montaje de Mozart, esta vez en la Ópera Cómica de la capital alemana. En su versión de «La flauta mágica», el instrumento musical del título tiene forma de pene y las campanillas de Papageno son una plateada colección de escrotos tintineantes. La producción ha dividido a crítica y público.

El ministro federal del Interior, Wolfgang Schäuble, invitó a los participantes en una Conferencia del Islam organizada por el Gobierno de Merkel a acudir a una representación de esta ópera. Algunos, como el presidente del Consejo Islámico alemán, Alí Kizilkaya, rechazaron la invitación, en este caso con el argumento de que «libertad artística no significa que uno tenga que tragárselo todo».

El «caso Idomeneo» ha servido de excusa para toda una serie de propuestas y debates políticos. Por ejemplo, el político de Los Verdes Volker Beck abogó el pasado jueves por eliminar del Código Penal el delito de blasfemia, al considerar que no es acorde con los tiempos que corren. «Volker Beck está loco», replicó el secretario general de los socialcristianos bávaros, Markus Söder. «La protección y el respeto de sentimientos religiosos es uno de los valores fundamentales de nuestra sociedad», argumentó en declaraciones al portal de noticias «Netzzeitung».

GUILLEM SANS
Abc