María Bayo, soprano: “Lo mío con Mozart fue un amor a primera vista”
21/7/2006 |
Fue, tras Lorengar y Berganza, la primera mujer española que cantó en Salzburgo a Mozart, del que ha encarnado a casi todos sus grandes personajes con una gracia y estilo únicos. María Bayo (Fitero, Navarra, 1961), protagoniza en los próximos días el Festival de Torroella de Montgrí con tres recitales que incluyen arias del salzburgués y una actuación al lado del grupo barroco Al Ayre Español, junto a los que estará de gira la próxima temporada. También tendrá tiempo para grabar zarzuela mientras Madrid espera ya su Nedda de Pagliacci en el Teatro Real.
Pregunta: ¿Sigue siendo Mozart como el primer amor?
Respuesta: Claro, fue un amor que ya nació en el conservatorio y, desde luego, fue a primera vista.
P: Debutó en Salzburgo cantando Cherubino, pero ha sido Despina, Zerlina, Susanna, la Condesa y, recientemente, Donna Anna en Madrid ¿Con cuál se identifica más?
R: Quizás con Susanna, lo he cantado tantas veces... pero lo maravilloso de Mozart es la intemporalidad que da a sus mujeres, la naturalidad con que refleja sus caracteres, todas cogen algo de mí. Pero una evoluciona y hoy me siento muy bien con la Condesa.
P: ¿Tiene más de Musseta o de Mimí?
R: Ay, tengo mucho de las dos, cuando empecé a cantar Musseta no tenía la madurez que requiere Mimí, pero ambas comparten ese fondo dramático de La Bohème.
P: ¿Se iría a cenar con Mozart o con Rossini?
R: ¡Con los dos porque son geniales! Teniendo que elegir, con Mozart, ahora mismo.
P: ¿Se divirtió tanto como parecía en su Rosina del Teatro Real?
R: Como el primer día, eso no se debe perder nunca, es lo maravilloso de esta profesión. Emilio Sagi hizo una producción tan bonita y divertida...
P: ¿La fue a ver Teresa Berganza, otra gran Rosina?
R: No pudo, pero somos muy amigas. Al principio me ayudó mucho. El otro día me llamó para felicitarme porque acababa de ver por televisión los Cuentos de Hoffmann de Bilbao.
P: ¿Qué hace una cuando coincide con cantantes poco o nada actores?
R: ¡Uy!, yo paso de ellos y sigo con mi teatro.
P: ¿Le salpicaron las pitadas del Don Giovanni madrileño?
R: Me sorprendieron mucho pero los cantantes fuimos los que salimos mejor parados. No fueron motivos musicales, hubo algo más.
P: ¿Le quita eso las ganas de volver a cantar allí?
R: No, me han acogido siempre muy bien. Tengo muchas ganas de hacer Pagliacci el año que viene, Giancarlo del Monaco está preparando algo muy bonito.
P: ¿Cantará algún día la Gilda de Rigoletto?
R: Así por las buenas no. Depende de quién dirija, cómo se monte... le tengo cariño al personaje porque en el conservatorio canté mucho el aria principal. Pero no pasa nada por no hacerla. Esta carrera es muy larga y no soy de las que se queda con ganas de hacer papeles imposibles.
P: ¿Cómo se llevan la maternidad y la carrera?
R: Cambia mucho, es una gran responsabilidad, ya no puedes coger la maleta y ¡hala! irte por ahí. Hoy
ya viajamos siempre tres: la niña, la babysitter y yo.
P: ¿Cómo pudo cantar Antígona en París un día antes de dar a luz?
R: Es que me sentí tan bien hasta el último momento.., Canté el ensayo general fenomenal de voz, me encontraba fantástica y al día siguiente me tuvieron que ingresar para tener la niña.
P: No ha dejado de grabar zarzuela, pero sigue sin hacerla sobre un escenario...
R: ¡Es que no me ofrecen nada! A mí me encantaría si se hiciera en buenas condiciones. En todos estos años sólo he podido hacer Doña Francisquita.
P: ¿Seguimos con prejuicios hacia el género?
R: Sí, y no sólo en España. Me pidieron hacer zarzuela una vez en un teatro de Francia pero si rebajaba el caché; decían que no podían pagarme lo mismo que si se tratara de una ópera. Cuando sabemos bien que hay partes incluso más complicadas.
P: ¿Le hierve la sangre al ver que triunfa Il divo?
R: La verdad es que les he escuchado muy poquito. No aguanto ni un minuto, los quito rápidamente porque me parecen tremendos, ¡qué forma de tergiversar las cosas!, ¿cómo pueden vender eso diciendo que es ópera?
P: Dijo que la ópera en España era algo tan exótico como plantar una plaza de toros en el centro de cualquier ciudad alemana...
R: Bueno las cosas han cambiado mucho, con esos teatros y auditorios estupendos. Pero aún existe el peligro de quedarse en eso y no profundizar en lo que significa promover la cultura musical...
P: Dicen que le sale el genio cuando las cosas no son como cree que deben ser...
R: Suelo ser tranquilita. Pero a veces sale mi genio navarro y lo he utilizado contra algún director de escena.
P: ¿La adrenalina sigue sin dejarle dormir tras una función?
R: Ay, igual, igual... es un desastre, nunca logro dormir bien tras una función, 2 ó 3 horas como mucho y, claro, al día siguiente me siento como si tuviera una resaca horrible.
P: ¿Qué le propusieron cantar en el Metropolitan para decir que no?
R: Bueno... una cosa que yo cantaba entonces pero que no me apetecía hacer allí... En esta carrera hay que saber decir no también.
Carlos FORTEZA
El Cultural