22/4/2005 |
Poco a poco van cayendo en las programaciones los montajes de óperas en versión concierto. Sobre todo para los títulos menos habituales, es una opción que puede ser válida. Estos días vuelve la Ópera de Mannheim, que dirige Adam Fischer –quien sustituyera a Sinopoli en la Tetralogía de Bayreuth–, con su propuesta musical de La clemenza di Tito de Mozart. Los solistas son casi desconocidos por estos pagos, como Frédérique Friess o Thomas Jesatko. Se podrá ver el martes en Barcelona (Ciclo Palau 100) y el miércoles en Madrid (Ciclo de Ibermúsica).
El Cultural