6/10/2022 |
https://www.abc.es/cultura/musica/parentesis-suena-despedida-20221005131452-nt.html
El anuncio del director y pianista de interrumpir temporalmente su actividad concertística confirma la sospecha que se tenía desde hace meses en los círculos musicales.
El comunicado dice «voy a dar un paso atrás» («I am taking a step back»), pero se hace muy difícil no leer simplemente «Adiós». En redes sociales, el pianista y director de orquesta Daniel Barenboim ha confirmado algo que ya se sospechaba, y que en las últimas semanas parecía inminente: su retirada de los escenarios. Oficialmente, solamente habla de una pausa de «meses», pero también cuenta que se le ha diagnosticado un problema neurológico grave.
En los últimos tiempos, el maestro argentino ha venido dando señales de agotamiento. Empezó 2022 dirigiendo el Concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Viena, por el que ya recibió críticas agridulces. A finales de agosto, en Salzburgo, los músicos de esta misma orquesta protestaron por un concierto en el que el director tuvo problemas de memoria y se dejó en el tintero no pocas entradas. La prensa alemana y austríaca se hicieron eco de ello. Eso debió pesar en el ánimo del músico, que durante décadas ha estado unido estrechamente a esta mítica formación.
Poco después, anunció que cedía la batuta a Christian Thielemann en las funciones de la Tetralogía de Wagner que se están llevando a cabo estos días en la Staatsoper de Berlín. Ya antes de este terremoto vital, en primavera, había suspendido varias actuaciones para reponerse, según dijo, de una vasculitis.
La retirada de los escenarios de Barenboim, que ahora tiene 79 años, no implica que deje otras actividades, ya que según el comunicado, el paso atrás se limita a «algunas de mis actividades concertísticas, especialmente como director». Cabe dudar si le veremos aún al piano, aunque es más probable que mantenga cierta actividad pedagógica. Previsiblemente, seguirá publicando artículos y haciendo oir su voz en defensa de causas que considere valiosas, como hizo a raíz de la pandemia en ABC, hace apenas dos años.
También mantendrá, presumiblemente, proyectos proyectos vinculados a la paz y la formación de talentos, como la Fundación Barenboim-Said y la West-Eastern Divan Orchestra, creada para unir a jóvenes palestinos e israelíes, que reúnen en Sevilla cada año a jóvenes promesas y profundizan en la educación musical. La iniciativa le valió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2002.
Igualmente seguirá con su actividad discográfica, con el lanzamiento, este mismo mes de octubre, de una nueva grabación de la integral de conciertos para piano de Beethoven, que se une a las diversas grabaciones que ha realizado de la integral de sonatas del compositor. También lo deja claro el comunicado: «La música ha sido siempre y sigue siento una parte esencial de mi vida». No sabemos exactamente cómo, pero Barenboim quiere seguir siendo también una parte esencial de la vida de muchos melómanos de todo el mundo.
Pep Gorgori
Abc