11/8/2022 |
https://www.lavanguardia.com/cultura/musica/20220811/8460245/entrevista-marlis-petersen-recital-inauguracion-schubertiada.html
La aclamada soprano alemana inaugura hoy el festival de Vilabertran con 'Innerworlds', un concienciado recital de lieder
Hoy arranca una edición significativa de la Schubertíada de Vilabertran ya que celebra sus treinta años de existencia, y lo hace con una velada en forma de recital a cargo de la soprano alemana Marlis Petersen (Canònica de Santa Maria, 20.30 h).
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La también extraordinaria cantante de ópera estará acompañada por el pianista Stephan Matthias Lademann, con el que dará vida al programa Innnenwelten (Mundos interiores), a partir de canciones de Strauss, Brahms, Fauré o Mahler, con los que invita al espectador a viajar a su interior.
La materia prima
La soprano y estrella operística alemana incluye en su recital canciones de Strauss, Brahms, Fauré o Mahler
Este recital de lieder será la primera velada de un total de 22 citas musicales, que finalizarán el 28 de agosto, y en las que no faltarán nombres fieles a la cita como el Quartet Casals, Christoph Prégardien o Matthias Gorne. Éste lo hará por partida doble, participando en una velada-homenaje a Jordi Roch, alma y factótum del festival desde sus inicios.
¿En qué consisten estos Innerworlds que hoy cantará en su estreno en el festival?
Si usted mira hacia atrás en mi obra verá que he creado tres programas de lieder. El primero se llamaba World, que hace mención al ser humano y su relación con la naturaleza. El segundo tenía por nombre The other world, que se refiere a las criaturas y los espíritus del otro lado. Y finalmente tenemos este Innerworld, que versa sobre nuestra interioridad, el movimiento de nuestra alma, lo que sentimos. Porque no solo tenemos bonitos sentimientos, sino que también tenemos problemas como la angustia o el miedo. Es como un viaje por el alma humana.
El viaje lo ha dividido en cuatro partes sobre el escenario, ¿no?
Sí, interpretamos los cuatro o cinco temas de cada una de las partes, abandonamos el escenario durante medio minuto, para que las cosas se asienten en el espíritu de los asistentes y luego volvemos con nueva energía.
¿Cuándo armó este recital?
En 2020, justo antes de la covid, fue una iniciativa absolutamente mía, hice todas las investigaciones y la búsqueda de todos estos tesoros de compositores muy conocidos y otros desconocidos.
Y la estrenó en...
Creo que en primavera del pasado año. Y siempre la hago conjuntamente con el pianista Lademann.
¿Por qué con él?
Porque es un músico con el que te puedes entender sin necesidad de las palabras. Él inmediatamente puede leer mi respiración, mi lenguaje corporal, y además compartimos la ideal musical justo en el momento de crearla... y esto es algo maravilloso entre el pianista y el cantante.
Cuando interpreta una obra como esta, una serie de lieder que invitan a la reflexión y solo con piano, ¿qué tipo de reacción suele ver entre el público?
Depende mucho del país donde cantes. Hay gente extremadamente involucrada que se echa a llorar después de oír las canciones. La experiencia que he tenido en España, en Madrid el pasado noviembre, en este aspecto diría que es bastante única. Normalmente hablo un poco antes de cantar cada uno de los capítulos o después de alguna canción, en plan metafísico y espiritual, y en España ha sido el único sitio donde el público aplaudió justo después. Me sorprendió pero también vi que habían entendido la intención de mis palabras, sobre el momento de crisis que pasamos como humanidad y que la música nos ayuda muchísimo a la hora de tratar con estas cosas.
En este sentido, ¿en que países ha visto una reacción más viva con estos recitales?
Le contesto al revés: en Bélgica no he visto la más mínima reacción a nada, pero al final hubo gente que me dijo que les había gustado. En Alemania por su parte el público capta y valora las cosas mucho más con el cerebro, pero en Grecia en cambio la gente se echa a llorar inmediatamente. Aprendes mucho de caracteres y países.
Como artista ¿dónde se encuentra más cómoda? ¿en estos recitales de lied o como una de las protagonistas de una ópera?
Ambas cosas son momentos fantásticos, no puedo decantarme. El trabajo más personal y creativo es evidentemente cantar lieder y construir una obra sobre ellos, pero en la ópera has de entrar en la psicología de una mujer y darle vida en el escenario, y eso también tiene algo muy fascinante.
Cuando da vida a un lied en el escenario, ¿qué es lo prioritario?
A ver… un programa como el de la Schubertíada tiene un mensaje concreto y eso y toda la belleza de la música hacen que mi obligación sea transmitirlo lo mejor que pueda y del modo más auténtico. Yo no busco la perfección en la música y el texto, sino la verdad y lo auténtico. Y espero, además, que al final el público se sienta feliz y se lo haya pasado bien.
Cambiando de tema, ¿cómo le llega al ego ser considerada una de las artistas con más talento de la ópera actual?
Mi ego está completamente fundido en el papel interpretativo. Mi voz solo existe para la psicología del personaje de esa o aquella ópera en concreto. Mi ego desaparece completamente.
¿Próximos proyectos?
Después de participar el pasado febrero en El caso Makropulos, de Janécek, en la Ópera de Berlín, este año voy a hacer algo muy interesante, y es que voy a interpretar mis primeros papeles den operas de Wagner: haré la Elsa de Lohengrin en Munich para finales de año, y también la Elisabeth de Tanhäuser en Salzburgo el próximo otoño.
¿Uno de sus objetivos en su carrera es aportar alegría?
Esta es una de las partes. La otra es que quiero aportar conciencia, que la gente tenga conciencia de ella misma. Cuando el público oiga alguna de las canciones, de los textos, que canto que los entienda. Todos vivimos en nuestras crisis particulares, y por eso busco que la gente sea sincera, directa y honesta con lo que son.
ESTEBAN LINÉS
La Vanguardia