2/8/2021 |
https://www.lavanguardia.com/cultura/20210801/7637751/master-class-jordi-savall-viola-de-gamba.html
Savall estudió de joven el violonchelo antes de querer dominar la viola da gamba, su instrumento principal y el que lo ha acompañado en este periplo vital con sus tres grupos: el de música antigua Hespèrion XX (ahora XXI) que fundó con su difunta esposa, la soprano Montserrat Figueras, en 1974; el grupo vocal Capella Reial de Catalunya, creado en 1984, y la orquesta de instrumentos de época Le Concert des Nations que inició en 1989.
¿Se identifica con el sonido Savall que describe la crítica?
“Cuando me escucho por la radio, inmediatamente identifico si es mío. Lo que tú eres capaz de crear viene de una concepción interior, que existe mucho antes que la técnica y la disciplina. Siempre he tenido una idea del sonido que implica emoción, amor, proyección, ganas de comunicar. Es todo un conjunto de cosas difíciles de explicar. Cuando haces sonar una cuerda, haces mucho más que ese sonido. La viola de gamba me ha ayudado muchísimo. La diferencia de la viola de gamba y el violonchelo es enorme por cómo se toca [muestra cómo coge el arco por debajo]. Es una prolongación de ti mismo. Eso es lo que permite que identifiques un sonido muy duro o muy suave con más precisión que con un violín o cello. Un violinista con mucha técnica conseguirá casi lo mismo, pero la conexión con la viola de gamba es mucho más inmediata. Con un chelo o un violín puedes cantar; con una viola de gamba puedes susurrar, y todas las cosas importantes en la vida se dicen suavemente”. “Todo eso –prosigue– está ligado a una forma de expresar la belleza. Por eso la viola de gamba en la época tenía gran importancia: era un instrumento muy expresivo, pero en la intimidad. Es una forma poética. Al comunicar de manera no realista estás en el mundo de la poesía: cosas no concretas pero sugestivas. Eso hace que la música te llegue. Como decía Fontaine, “La grâce, plus belle encore que la beauté” (La gracia, más bella aún que la belleza).
Cuando haces sonar una cuerda, haces mucho más que ese sonido"
Hoy día buscamos ser sorprendidos, y la gracia ha quedado un poco relegada. Pero creo que es la clave de la esencia de la vida. Tú te puedes sorprender con una belleza, pero te tocará la imperfección de una belleza que justamente le da la gracia. Yo no dejo nunca en las grabaciones de poner trozos imperfectos, la imperfección es lo que trae la emoción. Momentos mágicos en que llegas al punto más sublime de emoción, aquel que no es perfecto, pero es eterno e irrepetible”.
MARICEL CHAVARRÍA
La Vanguardia