21/7/2021 |
https://www.lavanguardia.com/cultura/20210721/7613823/jonas-kaufmann-entrevista-tosca-teatro-real-peralada.html
El tenor alemán conversa con 'La Vanguardia' tras el éxito del doble bis en el Teatro Real con 'Tosca'
Radvanovsky, Kaufmann y Álvarez repiten en Peralada el título de Puccini en versión concierto
Podrá ser a veces cuestionado por su peculiar estilo vocal, que a juicio de buena parte de la crítica abusa de la mezza voce; podrá ser criticado por profesores de canto que no lo consideran un ejemplo a seguir... pero la belleza vocal de Jonas Kaufmann y su habilidad artística para ponerla al servicio de la narración son difíciles de superar en la actual escena operística internacional. Si es una superestrella –de las más cotizadas– no es por su cara bonita, o no únicamente.
Acaba de debutar el wagneriano papel de Tristan en Múnich y ha grabado un disco de canciones de Liszt y que saldrá en septiembre. Además es uno de los grandes nombres que pasan este mes por el Teatro Real para cantar Tosca .
El lunes enamoró al público con su interpretación sensible de Cavaradossi y el domingo lo hará en Peralada en versión concierto. Será con la misma Orquesta y Coro del Real y el maestro Nicola Luisotti. También coincide el reparto, los infalibles Sondra Radvanovsky y Carlos Álvarez, con quien se lo pasa bien “y eso el público lo percibe, de ahí que se pidieran bises ayer en el Real”, dice.
Efectivamente, el tenor alemán concede esta entrevista en exclusiva a La Vanguardia tras haber hecho historia con un doble bis: su aria y la de Radvanovsky. Relajado, pletórico, no tarda en soltar su risa de baritenor bávaro.
Con la química actoral que hay entre Sondra, Carlos y usted en Tosca ( ya coincidieron en el Liceu en Andrea Chénier )... ¿cómo abordarán la versión concierto que Peralada ha programado adaptándose a la pandemia?
Es verdad, no va a ser fácil. Por ejemplo, la escena de la tortura. ¿Cómo haremos eso? O matar a Scarpia... Me encanta volver a Peralada los veranos. Más aún con Cavaradossi, un papel que siempre he llevado muy dentro de mí.
Su paso por España es un paréntesis de sus funciones en Múnich de su primer Tristan und Isole . Hace un par de años, Plácido Domingo decía que si algún tenor podía hacerlo en la actualidad era usted, por la cualidad de mezza voce que le permitiría llegar hasta el final... ¿Lo comentó con él?
No, no hubo ocasión. En general no tenemos mucho tiempo para hablar. Recuerdo que cuando vi Tristan en Bayreuth a principios de los noventa, él estaba entre el público, y los rumores eran que estaba pensando en abordar el papel, pero finalmente hizo solo una grabación, cosa que puedo entender perfectamente. Es un papel muy exigente y cantar una frase de una manera inapropiada puede acabar en desastre, puedes estropearte la voz.
Pero yo no creo en esa reputación de que si cantas Tristan tu voz pierde ternura y suavidad y tienes que abandonar otros repertorios. Sólo has de estar muy atento todo el tiempo al cantarlo. Es curioso que durante mis ensayos en Múnich algunos periodistas me preguntaban: “Pero, ¿por qué lo haces? ¿para qué tienes que cantar Tristan?”. Era la primera vez que me preguntaban por qué debuto un papel. “No lo necesitas, lo tienes todo y solo puedes perder. Ningún gran tenor en los últimos treinta años ha asumido ese papel. Lo hacen tenores con carrera pero no superstars”.
¿Y por qué lo hace?
Nunca lo vi como un riesgo, sino como una necesidad. Soy alemán y he crecido con esa música. Nunca quise convertirme en el tenor wagneriano, igual que no he querido ser un tenor alemán o un tenor italiano, ¿por qué escoger? Pero esta obra es un sueño. ¿Por qué quiere la gente escalar una montaña... si lo único que pueden hacer al llegar arribar es volver a bajar? Pues porque es un logro para uno mismo y con suerte ellos disfrutan la escalada igual que yo disfruto haciendo esa música maravillosa.
Dice que hay profesores que aconsejan a los alumnos no escucharle: su canto no es correcto...
Sí, tal vez en décadas alguien dirá que estaba en lo correcto.O tal vez no, pero a mi me funciona. Estoy convencido de que lo que hago tiene sentido y es saludable, y cuanto más canto más actuaciones puedo hacer y la voz no suena vieja. No tiene la misma juventud pero tampoco los síntomas de una voz envejecida. Sin embargo, eso es como una religión: es muy difícil definir cuál es la buena y única manera de cantar, y muchos maestros se creen profetas. Imagino que es difícil abandonar la carrera para enseñar, no debes encontrar mucha satisfacción en tu trabajo. Pero por otra parte, es importante mirar a tu alrededor. Entiendo que es difícil saber lo que te conviene si no tienes ese instinto. Yo también tuve un profesor al que acudí cada semana durante dos años: entraba siempre sin voz, sin notar que iba hacia el pedregal.
¿Necesita un instinto gatuno?
Sí. Al final, si la gente acepta mi color de voz para determinados repertorios los podré hacer, pero lo que no haré es intentar sonar más oscuro o más brillante respondiendo a los gustos del momento respecto a un papel operístico. Pretender sonar más oscuro en Otello porque es la idea que tenemos del personaje es un error, manipular tu instrumento es el error. Lo has de sentir, vivirlo y ser esa persona. Esa es la idea: soy Cavaradossi ahora, siento como él, y claro que el color de la voz cambia ligeramente, pero la razón es la emoción, no el título o el repertorio. Si estás triste o cansado la voz cambia,no lo hago a propósito, lo siento así porque es un momento agotador para el personaje. Y la voz lo hace automáticamente, y en la respiración o la técnica, eso ya hace mucho tiempo que está incorporado.
¿Cómo ha vivido las inundaciones en Alemania? No importa donde vivamos, somos vulnerables al cambio climático.
Sí, y no es que te puedas construir un gran techo que te cobije. Lo que he aprendido es que el problema estando a cierta altitud es que los vientos ya no están allí. No hay altos y bajos, no se mueven. No creo que la Covid tenga que ver con eso, porque hay gente que ve una conexión, pero es interesante ver cómo la naturaleza se ha mostrado. Veo más insectos, oigo más pájaros. Y la naturaleza se abre paso. Y creo que los zooms continuarán y no será necesario volar para estar aquí o allá. En mi trabajo no puedo hacerlo, claro, pero tal vez encontremos la manera de hacerlo más razonable. Aunque es mejor que viaje yo que todo el público para verme en un solo lugar.
En Alemania la única ópera que ha funcionado ha sido la de Múnich en pandemia.
Sí, se llegó a hacer para 50 personas, pero si que actuaron. Económicamente era un desastre pero teníamos que mostrar que había que seguir adelante. La cultura es como un invernadero: no puedes cerrarlo y volver dos años después a regar las plantas.
Pero sorprendió que en Alemania tuvieran que estar todos los teatros cerrados, incluso los que tenían estructura para abrir.
En muchos casos también eran los mismos músicos que no querían volver. Si tengo un contrato que me garantiza seguir cobrando sin trabajar, para qué voy a hacerlo, si en casa se está tan bien... Y no piensan en los artistas independientes, directores, cantantes, actores... que están en el paro. En Francia cuando quisieron reabrir, los sindicatos dijeron que era demasiado arriesgado, y en Italia los propios teatros no querían porque así acumulaban el presupuesto que igualmente les entraba. Todos intentaron hacer lo mejor y fue desastroso igualmente.
Angela Merkel está a punto de acabar su último mandato. ¿La echarán en falta los europeos?
Bueno, lo curioso es que los alemanes no la ven como algo especial. Es fuera que la gente dice, ay madre, que pasará cuando se vaya. Tiene más reputación fuera que dentro. Y seguramente nos daremos cuenta de lo que teníamos cuando se haya ido. Porque permanecer allí tanto tiempo sin ningún escándalo y haciendo lo suyo de manera tranquila a su manera es ya admirable. La cuestión es que llevamos un rumbo, vamos en una dirección, aunque no sea la mejor, vamos a alguna parte.
¿Espera que el Brexit se relaje un poco?
Bueno, en Londres están casi en banca rota. Y yo quiero volver y ayudarles pero... solía ser una plaza donde entrar y salir fácilmente. Siempre nos reímos de la burocracia alemana, pero espera a ver esto... Tuve que coger un asesor de hacienda de Londres y ni aún así, porque es un pez que se muerde la cola: si no resides allí no puedes pedir tu código de impuestos, etc. Nos tomó un mes cobrar una factura. Estoy seguro de que eso acabará rompiéndose. Escocia se irá.
El mundo de la ópera convoca a gente poderosa. ¿No debería lograr algo en Londres?
Ja ja. Sí, el príncipe Charles apoya la ópera y el ballet, y es un wagneriano pero no puede hacer nada. Y los políticos no van a menudo a la ópera. No como en Madrid.
MARICEL CHAVARRÍA
La Vanguardia