5/3/2021 |
https://www.lavanguardia.com/cultura/20210304/6263256/pinchas-zukerman-violin-clasica-palau-musica-regreso.html
Cuando hace prácticamente un año el mítico Pinchas Zukerman tuvo la mala fortuna de contagiarse de Covid, la experiencia fue tan dolorosa que en una entrevista con La Vanguardia comentó que se había dado cuenta de “hasta qué punto es importante respirar”. La estrella de la clásica pasó cinco días de delirio febril y sufrió “un tipo de tos como si una montaña se movieran en mi interior, pasando de frío a calor, de frío a calor. No es que sintiera cansancio, es que estaba acabado. No podía ni ir al lavabo. Nunca más querrías pasar por algo parecido”, aseguró.
La leyenda viva del violín, que en aquel momento canceló una gira por España, ha pasado un año recluido sin poder soñar siquiera con cruzar el charco para actuar en Europa. “No puedo venir a nado y no pienso subir a un avión”, decía. Pero ahora, con la primera dosis de la vacuna ya puesta, el versátil maestro que lleva cinco décadas de carrera a sus espaldas, tanto como solista del violín y la viola, como en el podio o haciendo música de cámara, ha decidido dar sus primeros conciertos con público. En el único lugar donde eso es posible, España.
Su actuación del martes en el Auditorio Nacional de Madrid fue una velada de emociones. Zukerman daba las gracias a la gente por acudir y luego brindaba por la Agencia Camera por la oportunidad que le había brindado. La gira le lleva hoy jueves día 4 al Palau de la Música Catalana de Barcelona, donde inaugura el ciclo Palau 100 en sustitución de la Sinfónica de la WDR de Colonia. Y el domingo 7 termina en el Auditori de Girona.
Depositario de la tradición violinista de grandes como Heifetz, Stern o Oistrakh, el maestro Zukerman acude acompañado de su esposa, la violonchelista Amanda Forsyth, y el virtuoso pianista Shai Wosner, con los que ofrecerá un programa de sonatas y tríos de Beethoven, Mozart, Fauré y Brahms.
El concierto comenzará con la Variaciones Kakadu, en Sol mayor de Beethoven, esto es, las diez variaciones basadas en un aria de la ópera Die Schwestern von Prag de Wenzell Müller. Seguirá la sonata en la que Mozart lloraba la muerte de su madre desde París, y Elegie de Gabriel Fauré, más una sonata y el Trío en Do mayor que Brahms escribió en la madurez.
Maricel Chavarría
La Vanguardia