28/1/2021 |
https://www.lavanguardia.com/cultura/musica/20210127/6200516/fascina-netrebko-soprano-rusa-opera-liceu-recital.html
Lo que tiene de diva y de antidiva la gran soprano rusa que hoy canta en el Gran Teatre del Liceu.
No hay liceísta que no recuerde como algo estratosférico el debut barcelonés de Anna Netrebko en el 2013, con una emotiva Iolanta de Chaikovski que interpretó en versión concierto junto a la Orquesta del Mariinsky y Valery Gergiev. Con su instrumento privilegiado, su voz hermosa, precisa, redonda, extensa y especialmente elocuente en el repertorio eslavo, la soprano rusa demostró con creces por qué el maestro Gergiev la había ensalzado desde jovencita en las filas del teatro de San Petersburgo.
En su regreso al Liceu hoy (19 h), tras el concierto Verdi que dio en el 2019 con su esposo, el tenor Yusif Eyvazov, y el barítono Christopher Maltman, Netrebko ha escogido el formato de recital de piano, inusual en ella, con abundantes arias y dúos del repertorio ruso y francés que sin duda harán olvidar su cancelación de Il trovatore en octubre, cuando contrajo la covid en el Bolshoi.
Dispuesta siempre a decir lo que piensa, ya sea en política o polémicas como el acoso sexual, es también, y tal vez por eso, reacia a hablar con la prensa. Aún así es embajadora mundial de la ópera y primer artista de la clásica en aparecer entre las cien personas más influyentes del mundo en la revista Time .
Más allá de su carisma y su instrumento –sin olvidar que en ópera italiana su forma oscura y gutural de cantar a la rusa papeles dramáticos le penaliza frente al público más purista–, está ese personaje moderno, complejo, que muestra todas las caras, desde la más absoluta sofisticación a un punto de vulgaridad que no esconde en las redes sociales. Netrebko lo cuelga todo, abre su casa como si la esperara la prensa del corazón, cualquier fan se entera de su vida con normalidad, pues se expone tanto si está divina como si va por casa haciendo ejercicios vocales en bata, pantuflas y sin peinar.
Con Piotr Beczala en el 'Lonhengrin' que grabó en la Ópera de Dresde Sempeorper Dresden
Con esta naturalidad de prima donna del siglo XXI, Anna Netrebko (Krasnodar, 1971) ha dado también plantones históricos. Cantó en Salzburg en el 2019 pero canceló su debut en Bayreuth como Elsa de Lohengrin , un papel que había bordado en Dresde. Y tras retirarse en octubre de Il Trovatore del Liceu se filmó bailando en pijama por los pasillos de la UCI, en Moscú, pero también enchufada al respirador...
Hedonista y familiar, viaja siempre con su marido y su hijo, aunque esta vez viene con el pianista Pavel Nebolsin, el violinista Giovanni Andrea Zanon y la mezzo Elena Maximova. ¿Qué la ha convencido para este insólito recital? Entre otras cosas ha visto que aquí tiene un público que la adora, pero el secreto está en el clima, la comida, una ciudad con mar (le encanta Sitges) y el disponer de algo de tiempo para ella...
MARICEL CHAVARRÍA
La Vanguardia