29/12/2020 |
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El evento se continuará retransmitiendo a 90 países, lo que suma una audiencia de 50 millones
El 1 de enero de 2021, Riccardo Muti subirá al podio del Musikverein de Viena para dirigir por sexta vez el tradicional Concierto de Año Nuevo. Muti, que ya estuvo al frente de la Filarmónica de Viena en los años 1993, 1997, 2000, 2005 y 2018, se convierte en uno de los directores más activos del más famoso concierto del mundo junto a Lorin Maazel y su relación con la formación vienesa celebra 50 años. En 2021 cumplirá 80 años. Dada la situación sanitaria actual, el Concierto se celebrará por primera vez sin público, pero sí se llevará a cabo la retransmisión a 90 países –con más de 50 millones de espectadores– y la grabación del mismo, bajo la firma del sello Sony Classical. Por vez primera en sus 81 ediciones no habrá público en la sala del Musikverain. No habrá orientales en sus puertas, tampoco el día antes para el ensayo general, dispuestos a pagar una fortuna por una localidad. A pesar de ello, la adornarán con las flores enviadas desde la Riviera italiana y otras partes de Austria y sabemos que la ORF lo retransmitirá, como siempre, para todo el mundo y que TVE nos la ofrecerá en España con Martín Llade como comentarista. También que un español, José Carlos Martínez creará por segunda vez la coreografía para un vals y una polca grabados previamente totalmente en exteriores.
En Viena hay más miedo que en el Real o el Liceo, por lo que los ocho bailarines sólo se juntarán al final, antes sólo parejas. En el descanso, una vez más, imágenes de Austria, en esta ocasión de Burgenland y su lago Meusiedl. Pero la tecnología puede con todo y en vez de esmóquines se llevarán los hashtags #MyNewYearsConcert en móviles y redes sociales, con los que se pretende sustituir la ausencia de público en la sala dorada. Y sí que habrá público, estará en sus casas conectado a la plataforma mynewyearsconcert.com. Los conectados podrán fotografiarse y transmitir a la sala tanto sus imágenes como sus aplausos que, convenientemente mezclados, servirán para otorgar un calor virtual a la retransmisión. Nos queda la duda de cómo será el tradicional «Prosit Nejahr» con el que los músicos felicitan el año antes del obligado «Danubio azul» y cómo se acompasarán con palmas los acordes de la «Marcha Radetzky». Esperemos que todo esto no se vuelva a repetir.
GONZALO ALONSO
La Razón