17/9/2020 |
https://www.lavanguardia.com/musica/20200916/483510509486/dudamel-orquesta-symphony-caixa-entrevista.html
Cuando hace cuatro años el departamento de música de la Fundación ‘la Caixa’ viajó junto al realizador Igor Cortadellas en busca de Gustavo Dudamel para proponerle la ambiciosa idea de filmar un concierto sinfónico en realidad virtual 360º que situara al espectador en el centro de la orquesta, llevándole por un viaje cósmico hacia los sonidos que conforman la Quinta o la Séptima de Beethoven, o incluso permitiéndole escuchar cómo suena un violín desde el interior del instrumento... el director de orquesta venezolano pensó que aquella era una idea completamente loca. No conseguía imaginar cómo una película podía convertir en imágenes la vida interior de la música.
Cuatro años e infinitos encuentros después, Dudamel considera que “necesitamos muchísimo de esta locura”. Symphony, cuya filmación se realizó el verano pasado en el Liceu con la Mahler Chamber y 40 jóvenes músicos que reunió la Fundación del afamado maestro, ve la luz ahora en CosmoCaixa con una instalación que ocupa dos trailers y cuyo objetivo es acercar la música clásica al gran público. Cortadellas y los diseñadores de Glassworks han investigado durante este tiempo y empleado, por ejemplo, innovadoras cámaras para combinar imagen convencional y 3D... Sin duda una nueva fórmula expositiva que La Caixa podría seguir explorando. Symphony permanecerá en Barcelona hasta el 8 de octubre para seguir luego un itinerario por 200 ciudades de España y Portugal. “Esperamos recibir a 200.000 espectadores en la próxima década”, señaló la director general adjunta de la Fundación ‘la Caixa’, Elisa Durán.
Quizás no son casualidades. Nunca lo sabremos, pero eso nació de la necesidad de crear espacios y dar una llave a la comunidad para entrar en este mundo maravilloso que es la música. Si el proyecto ya era importante en los momentos de normalidad, ahora lo es más como un elemento de encuentro e inspiración que tanto necesitamos. La música puede unir y sanar. Porque el aspecto espiritual en todo eso es algo que está muy tocado. Se paró el mundo. Y necesitamos de estos elementos. La música sana. Fue hermoso porque durante este confinamiento yo he pasado por todo. He hecho hasta un programa de radio, imagínate, cuándo en la vida hubiese pensado... Y fue hermoso ver que la gente se sentaba como antaño frente a su equipo de radio y escuchaba sus programas de música. Después de todo lo terrible y trágico de este tiempo, han surgido cosas muy inspiradoras y motivadoras, y lo más importante, hay que tener fe en que se mantenga eso.
Esos 12,5 minutos de película que cuadruplican la duración estándar de una grabación en realidad virtual se hacen en este caso cortísimos gracias a la música de Beethoven, Mahler y Bernstein, ¿no cree?
¿Sí, verdad? Y por las posibilidades tecnológicas.
Experiencia innovadora
No había escuchado nunca un violín desde dentro, y aquí sucede: de repente se le escucha con un sondo crudo, y luego se abre para el público. Es poderosísimo”
El espectador le tiene a usted de cara dirigiendo a un metro de distancia. Y también experimenta lo que es estar dentro de un violín. ¿De pequeño se imaginaba usted cómo debía sonar por dentro su instrumento natural?
No, pero siempre me interesó muchísimo el proceso de construcción, tenía muchos amigos luthiers. Y es hermoso porque el violín tiene las dos tapas y solamente una cosita de madera que conecta una con la otra: a eso se le llama el alma del violín. Me pareció tan poético que sea un solo pedacito de madera lo que haga que se transmita la vibración... Eso en Symphony es mágico. Claro que no había escuchado jamás un violín desde dentro, y aquí sucede: de repente se le escucha con un sonido como crudo, y luego se abre y se escucha como lo percibe el público... Es poderosísimo.
¿El colmo para un músico es un viaje al corazón de su arte?
A mí como músico me ha conmovido muchísimo, redimensiona lo que hago, me ha incrementado la inspiración. Porque a parte de la experiencia de estar dentro de la orquesta está el viaje poético con los colores, como si estuvieras volando en un viaje intergaláctico. Y ves cómo la música va viajando contigo.
¿Cree de verdad que es una forma de romper esa barrera que la gente puede sentir respecto a un concierto de clásica?
A veces las nuevas generaciones ven la clásica muy lejana, por eso fue fundamental que hubiera rostros jóvenes entre los músicos. Ver el disfrute. Porque tú les ves a ellos tocando la 5ª Sinfonía y están con una intensidad y un goce. Te giras y los ves en una entrega única. Y luego llega West Side Story, esa fiesta del final crucial para que entienda la música como suya.
¿Usted prefiere la experiencia de tocar en la sala preciosa para un público entendido o la del macroconcierto con gente que se estrena en la clásica?
En cualquier contexto es importante lo que se hace. La macro acción es importantísima: cuando tocamos en Hollywood Bowl ante 18.000 personas fue una experiencia maravillosa.
¿Para su familia también toca en la intimidad?
A veces sí. Comparto mucho cuando escucho algo y nos sentamos y... me encanta descubrir y redescubrir.
¿Coge el violín?
Hace tiempo que no. A veces me siento al piano y toco, aunque soy muy malo, no estudié para pianista.
Debut inminente
El Liceu es una maravilla de teatro y de equipo. Estoy contento de que se haya abierto esta oportunidad con ‘Il trovatore’. Y hacerla con Netrebko, ¡waw!”
El viernes 18 dirige en el Palau la Novena de Beethoven con la Sinfónica de Galicia y en octubre debuta en el Liceu, donde regresará con La Flauta Mágica. ¿Comienza un idilio con el coliseo de la Rambla?
Es que es una maravilla de teatro y de equipo. Estoy contento de que se haya abierto esta oportunidad con Il trovatore, que es de las óperas con las más me conecté desde mi niñez, y hacerla en el Liceu, con Anna Netrebko, ¡waw!
No dirige usted mucha ópera... ¿por qué?
Lo he hecho, pero no se me ve como un director de ópera porque no estoy en un teatro. La ópera para mí es un espacio muy especial, no me gusta pasar superficialmente por ella. Producciones que ya existen permiten periodo de ensayos muy corto y yo necesito mi tiempo. Necesito proyectos en los que pasar el tiempo necesario para entender la ópera, adentrarme en ella, conectar con los músicos, con los cantantes, el reggista y poder hacer algo especial.
Dirigir la partitura del musical en cine
En Spielberg he encontrado una persona inspiradora y generosa, con una apertura increíble. El resultado va a ser un West Side Story para nuestros tiempos”
¿Cómo ha sido la experiencia con Steven Spielberg y su versión del musical West Side Story?
Un aprendizaje infinito. Trabajar con Spielberg es trabajar con una referencia artística de nuestros tiempos. Y ha sido hermoso hacer una obra que nosotros tocamos mucho con orquesta juvenil, esa danza sinfónica. Recibí una llamada de John Williams y Steven Spielberg juntos y yo pensé ¡qué es esto, una llamada de Dios y Jesús! En Steven he encontrado una persona inspiradora y generosa, de un conocimiento y una apertura increíble. Y el resultado va a ser un West Side Story para nuestros tiempos.
¿Qué quiere decir?
Pues que la obra es bastante controvertida a pesar de que tenga algo de Romeo y Julieta. Steven ha equilibrado bien eso para que se le haga justicia a la obra genial de Sondheim.
En el contexto del conflicto racial en Estados Unidos, ¿sería una manera de posicionarse?
Sí, yo la tomo de esta manera. Es esencial que el discurso artístico refleje el tiempo que se vive.
Sobre Venezuela
No quiero formar parte del ruido, deseo crear armonía para que la gente se encuentre con ella. Y a partir de eso transformar”
Pero por otra lado en su experiencia con Venezuela pasó de formar parte de un proyecto del régimen a alejarse porque no se sostenía... ¿Qué concluye? ¿que no hay que posicionarse políticamente? ¿Se ha sentido utilizado en este sentido?
En absoluto. Las cosas hay que verlas con perspectiva. Ese tiempo en cuarentena me ha permitido ver las cosas en perspectiva y entender los tiempos. Y en tiempos convulsos la gente grita y grita, y no se escucha nada. Y la gente quería también que yo gritara, que saliera a decir lo que esa gente quería que dijera, era una obligación. Eso de entrada no es justo. Yo no me quise meter en eso, no era mi papel. Mi papel es seguir haciendo música y que la música represente un elemento de encuentro y unión. Pero la gente quiere que tu digas algo y si no lo haces, perteneces o apoyas o dices... existe el juicio inmediato, el juicio sin peso y sin verdad. Yo no he dejado el Sistema. Yo sigo en contacto con los chicos, los alumnos y con la directiva, porque esto sigue y ha de mantenerse. Evidentemente yo hablé y dije cosas con equilibrio y hasta el equilibrio se criticó. Pero no quiero gritar, no quiero formar parte del ruido, deseo crear armonía para que la gente se encuentre con esa armonía. Y a partir de ello transformar.
¿Qué es lo que más rabia le causa de lo que está pasando en esta pandemia?
Le hemos dado importancia a cosas que no eran importantes y a las que realmente lo eran nunca se la dimos. Vivimos un mundo con una velocidad y una superficialidad, el tiempo pasa y no nos damos cuenta de las cosas. Y para mí ha sido un momento de entender lo que estaba haciendo. ¡Y yo creía que lo entendía!, pero es que no me daba tiempo. En el momento en que tenía un espacio para entenderlo tenía que comenzar otro proyecto. No sé, creo que el hecho de apreciar mi tiempo, darle un espacio de calidad a mi tiempo de reflexión, eso se va a quedar conmigo para siempre.
Una nueva vida menos veloz
Soy un trabajador y muy activo, pero aprecio el tiempo para poder reflexionar y entender las cosas. No quiero pasar por el mundo y decir, ¡waw!, ¿y cuándo hice esto?
Pero el mundo va a coger de nuevo su velocidad...
Por supuesto, lo deseamos y volveremos. Pero creo que necesitamos espacio para poder entender lo que hacemos. Esto es el resultado de dar las cosas por sentado: ahora vemos que nada permanece y eso ha de convertirse en una enseñanza. Me da rabia y me entristecen las pérdidas, y me preocupa la desconexión humana y el miedo. Se está creando un miedo a los otros y a la interacción que no es saludable para la sociedad. Cautelosos sí, per no con miedo. Hay que seguir adelante, creando espacios para poder volver a esa nueva realidad que yo espero que no sea la misma, sino un nuevo tiempo que hemos aprendido a través de la dificultad.
¿Está dispuesto a ser militante de ese nuevo tiempo?
Yo soy un trabajador y muy activo, pero aprecio mucho el tiempo para poder reflexionar y entender las cosas. No quiero pasar por el mundo y de repente darme cuenta y decir, ¡waw!, ¿y cuándo hice esto?
La Filarmónica de Los Angeles ante Donald Trump
Cuando se hablaba del muro hicimos un festival celebrando México, y antes de la pandemia programamos gospel, hip hop, rap, Herbie Hancock... Nosotros decimos las cosas contundentemente”
Y desde Los Angeles, ¿cómo se vive ese periodo de reflexión con un presidente como Donald Trump?
Bueno, aquí entramos en la diatriba política. Yo creo que de alguna manera siempre hemos dicho las cosas cuando las quisimos decir y de la forma que queríamos decirlas: por ejemplo, cuando se hablaba del muro con México, inmediatamente con la Filarmónica de Los Angeles hicimos un festival celebrando México. Y cuando comenzó la pandemia estábamos en medio del festival Power to the people que fue importantísimo. Hicimos por primera vez gospel en el hall, hip hop y rap con la Filarmónica, Herbie Hancock tocando jazz y estrenando obras de compositores afroamericanos y latinos... Nosotros decimos las cosas contundentemente. Ahora bien, hay que entenderlas como son. Si la gente quiere que entremos en el debate político, eso ya es otra cuestión, pero nosotros decimos lo que decimos con las acciones.
¿Va a estar listo el centro YOLA (de la Orquesta juvenil de Los Angeles) que le construye Frank Gehry o la pandemia lo ha retrasado?
Va a estar listo en diciembre, la pandemia no ha frenado eso. Y vamos a por más: estamos ideando otros centros en otras comunidades de escasos recursos de Los Angeles. Estoy muy feliz, hemos trabajado mucho con Frank Ghery, es un motor de inspiración... estamos creando y creando. Y estoy hablado de los espacios físicos, porque lo que es la idea del Sistema se está expandiendo por todo el mundo.
Maricel Chavarría
La Vanguardia