6/2/2020 |
El musicólogo Theodore Albrecht, de la Universidad de Kent, ha descubierto que en las conversaciones de los últimos años del genio alemán se sugiere que «todavía podía escuchar algo» por su oído izquierdo en 1824, tres años antes de su muerte
La creencia extendida de que Ludwig van Beethoven (Bonn, 1770) estaba sordo y no pudo escuchar las últimas obras maestras que compuso parece incierta puesto que el musicólogo Theodore Albrecht, de la Universidad de Kent, ha descubierto evidencias al respecto, según informa «The Guardian».
Albrecht, destacado experto en Beethoven, cuenta que la evidencia actual contradice la opinión generalizada de que el compositor era profundamente sordo a la edad de 44 años, ya que las conversaciones garabateadas de los últimos años del genio alemán sugieren que «todavía podía escuchar algo» por el oído izquierdo en 1824, tres años antes de su muerte a los 56 años.
El musicólogo considera esto, tal como le dijo al «The Observer»: «Esto hará que todos corran a revisar conceptos biográficos» puesto que la historia de que compuso algunas de sus mejores obras maestras mientras estaba completamente sordo ya no se sostiene según el artículo con esta investigación, «Beethoven of the hearing», que saldrá en «The Beethoven Journal» en febrero y en la edición de marzo de «Vienna Oboe Journal».
Aunque es cierto que Beethoven sufrió un deterioro severo en su audición, no lo perdió «a las profundidades más profundas» que los musicólogos han asumido, explica Albrecth. "No solo Beethoven no estaba completamente sordo en el estreno de su Novena Sinfonía en mayo de 1824, podía escuchar, aunque cada vez más débilmente, durante al menos dos años después, probablemente hasta el último estreno que supervisaría, su Cuarteto de cuerda en si bemol, Op 130, en marzo de 1826”, dice Albrecht.
Beethoven comenzó a perder su audición en 1798. «Si perteneciera a cualquier otra profesión, sería más fácil», le dijo a un amigo, «pero en mi profesión es un estado espantoso». Entre 1812 y 1816, recoge este medio británico, el músico probó las trompetas para los oídos, pero no le fue bien. Y, a partir de 1818, empezó a utilizar los «libros de conversación» en blanco, en los que amigos y conocidos ponían comentarios a los que respondía en voz alta, explica The Guardian, y que resultan claves para esclarecer este descubrimiento.
Para Albrecht la edición académica en alemán en 1968 de estos libros de conversaciones tenía un formato que dificultaba su lectura y su contenido había sido malinterpretado. La traducción al inglés de este trabajo, que está llevando él mismo a cabo, tiene extensas notas al pie de página realizadas por él para ayudar a los lectores a dar sentido a la evidencia en un proyecto de publicación que comprenderá 12 volúmenes. El tercer volumen de ellos saldrá publicados en mayo en Inglaterra y para Albrecht van a «cambiar el juego» pues ha encontrado 23 referencias directas al tema de la audición que muestran que «el todavía podía escuchar algo»
Sin embargo, a pesar de estas pruebas sobre Beethoven, que implican cierto cambio de paradigma, «no quita el hecho de que este hombre hizo lo que hizo frente a una dificultad abrumadora», apunta también Albrecht a «The Guardian» en una entrevista realizada en pleno homenaje por el 250 aniversario del nacimiento del genio alemán.
Abc