2/6/2018 |
En manos de Livermore, «la ópera más pasional de Puccini»según la directora artística del Liceu, Christina Scheppelmann, se traslada del París dieciochesco a la neoyorquina Isla Ellis, hoy hogar de la icónica Estatua de la Libertad y que en 1892, año de composición de la ópera, era punto de entrada y de cuarentena de miles de inmigrantes que buscaban en Nueva York y en Estados Unidos una vida digna. Livermore subraya que «esta obra maestra, una demostración de fuerza del genio de Puccini, comenzó a escribirse en 1892, año en el que hubo un gran flujo migratorio mundial y en el que se inaugura la aduana de Ellis Island, adonde llegaban inmigrantes de todo el mundo como sucede hoy con los africanos que quieren entrar a Europa». La ópera ambienta la muerte de Manon exiliada en el desierto de la Lousiana francesa, «pero allí no hay ningún desierto», continúa el «regista». «Entonces me replanteé el lugar de la muerte de Manon y propongo que suceda en esta isla». La visión de Livermore arranca en 1954, cuando se clausuró Ellis Island. Es allí donde llega un octogenario Renato Des Grieux que se enfrenta a sus recuerdos al visitar el lugar en el que, décadas atrás, vio morir en sus brazos a Manon. El Liceu ofrecerá 12 funciones de la ópera entre el 7 y el 22 de junio con dos repartos encabezados por la soprano ucraniana Liudmyla Monastyrska y la italiana Maria Pia Piscitelli y por el tenor estadounidense Gregory Kunde y el español Jorge de León (un tercer tenor, Rafael Dávila, cantará dos funciones), todos bajo la dirección musical de Emmanuel Villaume, quien coincide con Livermore en que este título es una auténtica obra maestra, «y de un gran compositor, a pesar de que no tenga esa reputación. Puccini acierta en el desarrollo de la psicología y de las emociones de sus personajes, elementos que pasan a forman parte de la estructura de la obra». Para Gregory Kunde se trata de su ópera pucciniana favorita. «Al cantarla llego al cuarto acto con lágrimas en los ojos... Su dificultad radica en que al tratarse de una obra muy emocional la conexión del tenor con la soprano debe darse desde el primer momento. Él está loco por ella. La obra explica qué puede pasar en la vida si se toman decisiones erróneas». Según Maria Pia Piscitelli, Manon «es un personaje que evoluciona, que comienza con un carácter casi de ligera para acabar en una tesitura muy central, con algún agudo que resalta el lado sensual del personaje. Ella vive con un hombre mayor una vida de lujo, pero vacía y sin amor. Hoy hay muchas mujeres como Manon. Es un personaje que yo siempre veía como positivo, pero con este montaje he visto que tiene su parte negativa, porque manipula a Des Grieux haciéndole perder su voluntad». Refiriéndose al montaje, la soprano considera que «presenta una denuncia social porque ofrece un tratamiento de las mujeres muy violento en casa de Geronte [aquí transformada en un prostíbulo]. Esto es maltrato. Y se denuncia», sentencia la cantante conocida por el púbico liceísta por su participación en títulos como «Roberto Devereux», «Il trovatore», «Anna Bolena» o «La forza del destino».El director de escena Davide Livermore debuta en el Gran Teatre trasladando la obra de Puccini a Ellis Island, en un «flashback» del protagonista
PABLO MELÉNDEZ-HADDAD
Abc