ClàssicsWeb, el teu espai

Almanac

Cerca de notícies

Paraules:
Tema:
Inici: Escollir data inici
Fí: Escollir data fi
Ajuda
Verso

NOTÍCIA

“Maestoso” Decker

21/1/2003 |

 

TEMPORADA OBC
Intérpretes: Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya. Cor de Cambra de l'Auditori Enric Granados (X. Puig, director). Coral Càrmina (F. Marina, director). Elena de la Merced (soprano), Mireia Pintó (mezzosoprano), Donald George (tenor). Franz-Paul Decker, director.
Obras: Felix Mendelssohn
Lugar y fecha: Auditori (18/I/2003)

La segunda sinfonía de Mendelssohn da muy bien la medida de la marca de un compositor que hizo honor a su feliz nombre de pila. Un oratorio encubierto que exuda energía positiva traducida en nada menos que tres movimientos en maestoso, dos con moto, otros dos agitato, un molto vivace, cinco allegro y un allegretto. Todo ello con orquesta y coro de gran formato y tres voces solistas.

No es fácil timonear un transatlántico tan cargado de música en sus bodegas, pero Franz-Paul Decker estuvo exactamente a su gran altura y a la de la partitura. El maestro tuvo una tarde de puerta grande.

Un Decker “maestoso” rompió el silencio en arranque pletórico de viento y cuerda, que se repite en diferentes compases y que se manifiesta en plenitud cuando al tutti orquestal se añade un coro entonando aleluyas. Destacó el maestro el canto rítmico del célebre allegretto, una de las melodías más entrañables de la historia de la música. Modeló la densidad sinfónica dejando respirar hondo a la cuerda. Cultivó las dinámicas. Con su brazo versátil, soldó párrafos de complicado enlace sin ayudarse en pausas. Archivó la batuta para dirigir mejor al coro desde la herencia gregoriana de alturas más que de tiempos. Sacó, en fin, el máximo rendimiento artístico de la materia sonora que se convertía en energía según la fórmula de Einstein el violinista.

La OBC lució sus posibilidades enormes y combinó su volátil timbre mediterráneo con la solidez centroeuropea que Mendelssohn apoya sin duda en su querido Bach. Los coros afinaron y templaron bien los potenciómetros bajos. La soprano Elena de la Merced proyectó con escuela su voz delicada; Mireia Pintó tuvo poco papel pero el suficiente para dejar sentado que estaba allí y que tendría que estar más, y el tenor Donald George pasó excelentemente por los difíciles caminos del único recitativo, con la orquesta en pianos trabajados con mucha sensibilidad para crecer luego hacia mayores volúmenes.

Un Auditori a tope agradeció con cerrados aplausos 74 minutos de belleza sin interrupción.

Antoni Batista
La Vanguardia

Catclàssics, música clàssica de Catalunya a internet