6/1/2016 |
El último gran músico del siglo XX, el francés Pierre Boulez, ha muerto en Baden-Baden, Alemania a los 90 años, según ha anunciado su familia. No quedaba un mito más grande que Boulez en la música sinfónica de nuestro tiempo. Esquivo, enigmático, adorado por sus fieles, incomprendido para el gran público... Aunque eso no significa que sea del todo difícil hacer una perspectiva muy amplia de la carrera del francés. Muy en resumen: Boulez, junto a los otros protagonistas de su generación (Karl Heinz Stockhausen y Luigi Nono) tomó el legado de las vanguardias de la primera mitad del siglo XX y le abrió las puertas del campo. Tendió puentes hacia el arte (decía que su primera influencia era un pintor, Paul Klee, y no un músico, aunque Klee, a su vez, vivía obsesionado por la música), hacia los nuevos conocimientos científicos, hacia la literatura, hacia el simbolismo, hacia la filosofía... De alguna manera, Boulez fue, no sólo uno de los grandes músicos de su tiempo, fue también uno de los símbolos de la época que le tocó vivir. En sus composiciones, en sus conceptos, en su serialismo presagiaba la revolución intelectual de los años 50 y 60. Eso no significa que su música fuera fácil ni disfrutable para cualquiera. Que nadie se escandalice por eso. Músico de músicos, se decía a menudo. Pensador para músicos, también se podría haber dicho.
El último gran músico del siglo XX, el francés Pierre Boulez, ha muerto en Baden-Baden, Alemania a los 90 años, según ha anunciado su familia.
No quedaba un mito más grande que Boulez en la música sinfónica de nuestro tiempo. Esquivo, enigmático, adorado por sus fieles, incomprendido para el gran público... Aunque eso no significa que sea del todo difícil hacer una perspectiva muy amplia de la carrera del francés.
Muy en resumen: Boulez, junto a los otros protagonistas de su generación (Karl Heinz Stockhausen y Luigi Nono) tomó el legado de las vanguardias de la primera mitad del siglo XX y le abrió las puertas del campo. Tendió puentes hacia el arte (decía que su primera influencia era un pintor, Paul Klee, y no un músico, aunque Klee, a su vez, vivía obsesionado por la música), hacia los nuevos conocimientos científicos, hacia la literatura, hacia el simbolismo, hacia la filosofía...
De alguna manera, Boulez fue, no sólo uno de los grandes músicos de su tiempo, fue también uno de los símbolos de la época que le tocó vivir. En sus composiciones, en sus conceptos, en su serialismo presagiaba la revolución intelectual de los años 50 y 60.
Eso no significa que su música fuera fácil ni disfrutable para cualquiera. Que nadie se escandalice por eso. Músico de músicos, se decía a menudo. Pensador para músicos, también se podría haber dicho.
LUIS ALEMANY El Mundo
Catclàssics és una iniciativa de l'Associació Catclàssics. Facebook Contacta