Claudio Abbado, uno de los directores de orquesta más conocidos del planeta, ha fallecido esta mañana en Bolonia a los 81 años, según han informado sus familiares a los medios italianos. A lo largo de su amplia trayectoria, ha sido director musical de la Scala de Milán, de la Staatsoper de Viena y director artístico de la Filarmonica de Berlín.

Debido a sus condiciones de salud, el maestro italiano había cancelado hace una semana el concierto que tenía previsto ofrecer el 18 de febrero en Bari. Massimo Biscardi, consejero artístico del director, recordó a la sazón que Abbado llevaba desde septiembre sin dirigir "por un periodo de convalecencia que, por desgracia, proseguirá durante unos meses". 

Abbado nació en Milán el 26 de junio de 1933. Poco más que veinteañero, en 1955, se graduó en piano y dirección de orquesta en el Conservatorio de Milán. Aunque, en realidad, soñaba con dirigir desde bastante antes: con siete años ya asistía a los conciertos del director Antonio Guarnieri, como recuerda La Repubblica.

En 1958 se estrenó con la Filarmónica de Nueva York en Estados Unidos y dos años después debutó en la Scala, de la que fue director musical hasta 1986.

El 30 de agosto del año pasado fue nombrado senador vitalicio, junto con el arquitecto Renzo Piano entre otros, por el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano. En diciembre decidió renunciar al sueldo que conlleva ese cargo y donarlo a la Escuela de música de Fiesole, en la Toscana, para financiar becas para sus estudiantes. "Los músicos, sobre todo los jóvenes, deben aprender a escucharse entre sí", declaraba en una entrevista en 2008 a este periódico.