Cendrillon (Cenicienta), una de las óperas más importantes del compositor francés Jules Massenet (1842-1912), es una de las versiones más románticas y mágicas del cuento que se representará por primera vez en el teatro del Liceu a partir del próximo viernes.
"Cendrillon", ópera en cuatro actos de Massenet, con el libreto del dramaturgo francés Henri Cain y basada en el cuento homónimo de Charles Perrault, obtuvo un gran éxito tras su estreno en 1899 pero, poco a poco, desapareció del repertorio.
La obra, ahora recuperada por el Liceu, es una lectura bastante fiel del cuento de Perrault y, según la mezzosoprano Joyce DiDonato, Cenicienta en la obra, es su versión más "romántica" y "mágica".
En Cendrillon se pueden ver los personajes característicos del cuento como la madrastra, las hermanastras, el padre cobarde, la protagonista humillada y una hada madrina, además de un príncipe joven e inocente interpretado por una cantante travestida, siguiendo la tradición del siglo XVIII.
"Cada elemento se convierte en una pequeña joya en el escenario", ha resaltado la mezzosoprano Alice Coote, príncipe azul en la obra, quien ha añadido que la obra fascina por "su simplicidad" y por su "ajuste" al cuento de hadas.
Algo que también ha recalcado el bajo barítono Laurent Nouri, padre de Cenicienta en la obra, quien ha agradecido que Henri Cain se decidiera por el simple título "cuento de hadas", algo que lo convierte en una obra operística "única".
El director artístico del Liceu, Joan Matabosch, que estos días compagina esta tarea con su nuevo cargo en el Teatro Real de Madrid, ha destacado la calidad de la obra de Massenet que despunta por su "complejidad de lenguajes" que se adecúan a las diferentes situaciones escénicas.
Así pues, el lenguaje musical de los personajes varía dependiendo de si se trata del padre, de la hada madrina o de cualquier otra figura, algo que, en palabras de Matabosch, demuestra los "grandes conocimientos" en historia de la música que poseía Massenet.
"A diferencia de la Cenicienta de Rossini, Massenet confiere al personaje de Cenicienta un carácter tridimensional", ha asegurado DiDonato, quien ha tenido la oportunidad de interpretar a la protagonista tanto de la obra de Rossini como del dramaturgo francés.
Según Coote, Massanet consigue "profundizar en los personajes arquetípicos" y añade que su rol de príncipe azul está "muy bien escrito" ya que consigue "enfatizar la virilidad del personaje" con distintos lenguajes y tonos, a pesar de estar representado por una mujer.
El personaje de la madrastra, normalmente malvado y temible, se convierte aquí, según Ewa Podles, "en un personaje muy divertido por sus actos grotescos", algo que, según la contralto, la aleja mucho del prototipo de "bruja".
La magia de la obra tiene su máximo exponente en la figura "lumínica" del hada madrina, representado por la soprano Annick Massis, que relaciona su personaje con la "magia de la electricidad", que se investigaba en la época en que la obra fue escrita, y del que dice poseer una tonalidad "estratosférica".
Massanet, en una época muy admirado y olvidado después, fue una apuesta del Liceu desde los años 80 ya que, según Matabosch, "mima extraordinariamente las voces" y permite "que los intérpretes puedan dar lo mejor de sí mismos".
Se trata, en palabras de Matabosch, de una obra "ideal para la navidad" y un excusa perfecta para que "toda la familia" pueda disfrutar de la ópera.