ClàssicsWeb, el teu espai

Almanac

Cerca de notícies

Paraules:
Tema:
Inici: Escollir data inici
Fí: Escollir data fi
Ajuda
Verso

NOTÍCIA

Dos orquestas para una crisis

25/6/2013 |

 

 

 

El Palau de la Música y el de Les Arts aguantan, pese a los ajustes

Zubin Metha dirige a las dos orquestas de Valencia en la única vez que han actuado juntas, en 2006, en el Palau de les Arts. / JESÚS CISCAR

Dos orquestas suenan distantes unos centenares de metros. Una es municipal, la Orquesta de Valencia, y reside en el Palau de la Música; la otra es autonómica, la Orquestra de la Comunitat Valenciana, y habita en el Palau de les Arts. La primera tiene 70 años de vida; la segunda, ocho. Sólo han tocado una vez juntas. Fue en 2006 bajo la batuta de Zubin Mehta. Entonces ya se había ensordecido el debate que surgió sobre la conveniencia de crear una nueva formación para interpretar el repertorio operístico del flamante Palau de les Arts o ampliar la sinfónica ya existente para desdoblarse, siguiendo el modelo de la orquesta de Viena, por ejemplo, que tiene entre 130 y 140 músicos.

Se impuso la idea de la intendente del Palau de les Arts, Helga Schmidt, apoyada por el presidente de la Generalitat, a la sazón Francisco Camps: montar una gran orquesta ex novo, sin servidumbres heredadas, con audiciones por varias ciudades del mundo que seguían la agenda de su cotizado seleccionador, el maestro Lorin Maazel. Sería, si no la mejor, una de las mejores orquestas de España, de nivel europeo, y el pilar del Palau de les Arts.

Pasados los años, son muchos los críticos que consideran que estos objetivos se han cumplido. Pero los tiempos han cambiado y el dinero público ya no fluye con alegría, sino que gotea a duras penas. Incluso hay una propuesta de despedir cuatro meses a los componentes de la orquesta y coro de RTVE. En el Palau de les Arts, de los 92 músicos que el patronato aprobó, hay 35 de la formación primigenia y 56 en total con plaza fija. No se cubren vacantes y se recurre siempre a refuerzos, aunque el nivel se mantiene, según los expertos.

La Orquesta de Valencia tiene una plantilla estable de un centenar de músicos. Alrededor de un 20% es funcionario, el resto, personal laboral. Se ha renovado y mejorado bajo la dirección de Yaron Traub. Han regresado a sus filas tres intérpretes de la vecina ópera para no perder su plaza al concluir su excedencia. Y en las últimas temporadas ha ganado mayor protagonismo en el auditorio para ahorrar costes en la programación.

Hoy, la crisis obliga a reformular modos de funcionamiento. Echar la vista atrás sirve para constatar la desmesura que, en cualquier caso, ahora se ha de gestionar y racionalizar. Era una buena idea construir un teatro de la ópera que Valencia no tenía, pero cabe preguntarse si era necesario levantar un edificio de 478 millones de euros; o gastarse seis millones de euros en remodelar el auditorio superior del Palau de les Arts por su deficiente acústica para disponer de una sala sinfónica, muy cerca de la muy consolidada del Palau de la Música. Con la crisis vuelve a surge la cuestión de si son sostenibles dos orquestas en Valencia sufragadas con dinero público.

“¿Puede Valencia mantener dos equipos de fútbol”, responde con una pregunta la presidenta del Palau de la Música, Mayrén Beneyto. “Hoy debemos afrontar la situación tal y como es. La Orquesta de Valencia es el pilar de esta casa y estoy muy orgullosa de ella. Y desde luego deseo lo mejor para la ópera”, añade.

“Valencia es una ciudad de música y en ella pueden y deben convivir dos orquestas, como ya los están haciendo, con armonía. Tengo un gran respeto por el Palau de la Música. Hay un público extraordinario para sus abonados y para los nuestros, como se ha demostrado”, apunta Helga Schmidt.

Manuel Tomás, director general de CulturArts Generalitat, que aglutina buena parte de las competencias en materia cultural, opina que tener dos orquestas es una fortaleza. “El reto es hacerlas sostenibles”, agrega. Una demostración de que hay público para los dos palaus, que cuentan con un presupuesto similar (entre 12 y 13 millones), es que ambos se llenaron al coincidir a la misma hora dos conciertos el pasado 7 de junio, apostilla.Ramón Almazán, subdirector del Palau de la Música, incide en que cada orquesta sirve a repertorios distintos, sinfónico y operístico, fundamentalmente. Recuerda que la de Valencia está formada mayoritariamente por intérpretes valencianos, con una media cercana a los 40 años, a los que se les ha exigido una titulación homologada. Al igual que Beneyto, destaca el gran éxito de público y crítica en sus actuaciones recientes en la catedral de Valencia y en otros escenarios. Defiende que el “músico necesita una seguridad” laboral para su desarrollo y resalta que el rendimiento de una orquesta depende mucho de la batuta que la dirige.

La de Les Arts apostó por batutas de renombre internacional, que han contribuido a su difusión y calidad. “Nosotros vinimos por un proyecto internacional de máxima calidad. Una orquesta joven (tenemos una de las medias más bajas, de alrededor de 30 años) y nueva seleccionada por Maazel”, señala un representante de la Orquestra de la Comunitat Valenciana. “Es una orquesta única en España y creo que estamos dando un rendimiento sensacional, a pesar de que faltan músicos. Los de refuerzo son muy buenos, pero la mayor química surge del roce”, añade.

La formación ha protestado por diversos problemas, como la falta de previsión sobre la programación, que impide organizarse y cerrar sus compromisos personales y profesionales en grupos de cámara, por ejemplo. Zubin Mehta, por su parte, ha manifestado públicamente que la Orquestra debe actuar más y hacer más bolos.

Schmidt lleva un año negociando una gira por China, “pidiendo unas condiciones ajustadas a la calidad de la orquesta” y espera poder conseguirlas. Antes, se deberá negociar el convenio colectivo que concluye en julio. “Voy a defender a los trabajadores y va a haber un diálogo con los músicos, que deben salir y actuar más”, comenta Schmidt.

La intendente también está negociando con CulturArts alcanzar la cifra de 70 o 75 músicos fijos para la orquesta. “Donde más necesitamos es en cuerda”, indica. Tomás no cierra ninguna puerta, mientras prepara el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que también afectará a la plantilla de casi 300 trabajadores del Palau de les Arts (no a los músicos, en principio), después de presentarse en las unidades del conglomerado cultural.

Ferran Bono
El País

Catclàssics, música clàssica de Catalunya a internet