La plaza ya estaba rendida a sus pies y atendía con entrega cada explicación del maestro, que ofreció una masterclass sobre el repertorio italiano, deteniéndose especialmente en Donizetti y Verdi, dos compositores a los que conoce muy bien, y que defiende con vehemencia. «En el futuro se estudiará a Verdi, un compositor con una gran teatralidad».
El director de orquesta Riccardo Muti vuelve al teatro madrileño para dirigir Don Pasquale de Donizetti a partir de est tarde. Título que sustituye al previsto inicialmente para esta temporada: La rappresaglia, con el que tenía previsto continuar su proyecto de presentar en España la recuperación de algunas de las óperas del compositor napolitano Saveriano Mercadante (el año pasado se pudo ver I due Figaro), que duranteun largo periodo vivió en nuestro país, donde germinaron algunas de sus partituras.
Muti, que regresa a Madrid con la Orchestra Giovanile Luigi Cherubini, fundada por él en 2004 y que está compuesta por músicos menores de 30 años, justifica el cambio de programa: «Primero, porque me llegaron tarde las partituras, y cuando lo hicieron me tuve que someter a una intervención quirúrgica y a un mes de reposo. Y yo –subrayó– no dirijo una ópera en una semana».
«Espero volver el año que viene o el otro con Mercadante»
Nostalgia y melancolía
El cambio ha despertado gran expectación, pues Don Pasquale es una ópera que acompaña al director italiano desde sus comienzos. «Recuerdo que la primera vez que vi a Muti dirigir fue en 1971 en el Festival de Salzburgo y se trataba de esta ópera. Ya entonces me fijé en el talento de este joven director», indicó Mortier.
Muti, por su parte, también guarda recuerdos de su debut en aquel festival y especialmente del montaje, dirigido por el checo Ladislav Stros, «que en el momento más dramático de la ópera, cuando Don Pasquale es rechazado por Norina, no se le ocurrió otra cosa que lavarle los pies». Un momento que, para el director italiano, está lleno de nostalgia y melancolía. «Pensé en comprarle un billete de avión para que fuera a Nápoles y entendiera lo que es la melancolía desde el punto de vista mediterráneo. Los directores de escena ven a Don Pasquale como un bufón, un clown, algo que no estaba en el ánimo de Donizetti».
«Don Pasquale es la ópera de la vida, con situaciones nada divertidas»
Para Muti la gran dificultad de esta ópera consiste en encontrar «el equilibrio entre la comicidad y el drama, entre la sonrisa y la tristeza. Es una maravilla, con un libreto bellísimo, pero tanto para los directores como para los músicos y los cantantes esta ópera es un banco de pruebas», reconoce.
Trivialización y efectismo
En cuanto al elenco que intervendrá en Madrid, no considera un problema que el joven Nicola Alaimo (1978) interprete al viejo Don Pasquale. «Lo que necesita este papel es un gran actor más que un gran cantante, y en el escenario la edad no es importante. Conozco cantantes que con 65 años interpretan a Violeta en La Traviata», bromeó.
«Quiero el mismo respeto para la música italiana que para la alemana»
Completan el reparto de Don Pasquale, que estará en cartel hasta el 19 de mayo, Dmitry Korchak, Eleonora Buratto, Alessandro Luongo y Davide Luciano. Participará también el Coro Titular del Teatro Real.