Josep Pons tomará la batuta con L'Atlàntida de Falla, la cantata con texto de Jacint Verdaguer que se estrenó en el Liceu en 1961 dirigida por Eduard Toldrà, y le seguirá en diciembre otro gran título que el Liceu programa por vez primera: "Cendrillon", una de las mejores óperas de Jules Massenet, un autor largamente reivindicado en el teatro de la Rambla, y que contará con un reparto estelar: Joyce DiDonato como protagonista y, debutando, la gran mezzosopranoo Alice Conte, en el papel de madrastra. El montaje, dirigido por otro habitual en el Liceu, Laurent Pelly, es una coproducción con el Covent Garden, la Monnaie y la Opéra de Lille.
A Cendrillon le seguirá otro cuento, La sonnambula de Bellini, que vuelve al Liceu, esta vez con Juan Diego Flórez y Diana Damrau, seguido de una Tosca de Puccini con tres repartos encabezados por Sondra Radvanosky, Martina Serafin y Firenza Cedolins.
Otro momento determinante de la próxima temporada será la puesta en escena de La llegenda de la ciutat invisible de Kitege, "uno de los mejores espectáculos que se han hecho en el Liceu", en palabras de su director artístico Joan Matabosch. Esta grandiosa ópera de Rimski-Kórsakov -que coproducen la Ópera de Amsterdam y la Scala de Milán-, tuvo un gran éxito cuando se estrenó en Barcelona en 1926, en plena fiebre por los ballets rusos, y ahora regresa dirigida por el titular de la Simfònica del Liceu, Josep Pons, y con un notable reparto que incluye al gran director de escena ruso del momento, Dimitri Cherniakov.
Irene Theorin, Anja Kampe, Laus Florian Vogt o Albert Dohmen serán algunos de los intérpretes de la La Valquíria, con la que el Liceu proseguirá la programación de la Tetralogía de Wagner. Y concluirá la temporada con el interesante doblete de Il Prigioniero de Dallapiccola y Suor Angelica de Puccini, que permite asociaciones no sólo por el argumento (ambos protagonistas son prisioneros de una dictadura, ya política, ya ideológica), sino por la influencia entre compositores.
Tan solo dos ballets son los programados por el Liceu: el Ballet Nacional de Polonia, inspirado en piezas de Bach, y el de Montecarlo, con una adaptación de La bella durmiente. El teatro espera, no obstante, que dos programadores externos completen la oferta dancística.
En cuanto a recitales y conciertos, cabe destacar el regreso de Philippe Jaroussky, así como Angela Gheorghiu, Edita Gruberova, Nina Stemme y Jonas Kaufmann.