Ana María Sánchez: «Empecé tarde, pero ahora ya no puedo vivir sin la música»
16/1/2003 |
Esta noche se sube por última vez al escenario del Gran Teatro del Liceo barcelonés para cantar «Norma». En su despegue como estrella de la ópera le esperan mil propuestas en España y Europa. Sin embargo, la cantante ha querido hacerse un hueco en su agenda para celebrar los cien años de ABC con un recital en el Teatro Real
-Hoy se despide por un tiempo del personaje de Norma en el Liceo, donde Montserrat Caballé transformó su interpretación en mito. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
-Más que nada ha sido muy emocionante comprobar que el público ha reaccionado muy bien ante mi visión del personaje. Fue una suerte y un privilegio haber tenido la posibilidad de mostrar mi Norma ante un público como el de Barcelona.
-¿Dónde volverá a cantar el papel?
-Por el momento en la Ópera de Dresde, pero ahora estamos negociando las fechas.
-Usted es una de las grandes intérpretes de Verdi, en la huella de cantantes como Ángeles Gulín o la misma Montserrat Caballé. ¿Qué títulos le interesan del compositor italiano?
-Muchos, pero en concreto voy a cantar «Otello» por primera vez en Bilbao, en febrero de 2004, justo después de cantar «Tosca» en el Teatro Real. Antes había probado algunos pasajes de la obra, como la «Canción del sauce» o el dúo con el tenor, y ahora por fin podré hacerla entera.
-¿A qué cree que se debe su rápida consolidación en el panorama internacional?
-Hay que tener en cuenta que cuando empecé a cantar ya tenía 34 años, y eso vino después de muchos años de estudio y de preparación, lo que me ha permitido afrontar mi repertorio con una madurez física y vocal considerable. Ahora ya no puedo vivir sin la música. Por eso he podido asumir obras como las de cierto repertorio verdiano, como «Un ballo in maschera» o «La forza del destino», óperas que no se pueden cantar con 22 años; necesitan una amplia trayectoria vital y artística para encarnar adecuadamente a los personajes.
-¿Qué compromisos le esperan en España?
-Además de «Otello» y «Tosca», también estaré en el Festival de Las Palmas de Gran Canaria con «Ballo», y en Oviedo cantaré «Roberto Devereux». Por otra parte, recorreré muchos lugares de España ofreciendo conciertos de canción y «lied», que es un repertorio que me interesa mucho porque me entusiasma y porque, además, he comprobado que le hace muy bien a mi salud vocal. Creo que lo ideal es combinar ópera con conciertos y recitales.
-¿Su debilidad por la canción tiene que ver con sus estudios de literatura?
-Más que mi formación, ha sido mi gusto por la poesía el que me ha hecho entusiasmarme por este género. Para mí se llega al paroxismo cuando a las poesías bien hechas se les añade música, descubriendo el trabajo de escritores como Antonio Gala, quien no se ha prodigado mucho en el género, pero que algunos de sus poemas han sido musicados por Antón García Abril con un resultado que me entusiasma.
-Usted ha trabajado en polémicos montajes como los de Calixto Bieito. ¿Qué aportan estos nuevos caminos de la dramaturgia operística?
-Una nueva lectura; esto no es más que una nueva visión que el público es libre de aceptar o rechazar. En todo caso, hay libretos que se prestan para actualizaciones y otras obras que no, como «Don Carlo», que plantea una historia de una época. Pero el amor o los celos existen desde que el mundo es mundo, en todas las épocas.
-¿Cómo va su despegue internacional?
-Muy bien, ya tengo otro proyecto en Trieste para hacer «Elektra», y estamos en conversaciones con Palermo y Spoleto. Esta «Norma» ha acelerado mi regreso a teatros en los que ya he cantado, como Berlín o Hamburgo.
-¿Qué significa participar en los actos del centenario de ABC?
-Estoy muy contenta de que hayan pensado en mí para la celebración de uno de los periódicos con más solera de España. Es un honor celebrar con ABC esos cien años que lleva explicando noticias.
Pablo Meléndez-Haddad
Abc