29/11/2012 |
El pianista Javier Perianes y el compositor Jesús Torres recibieron hoy el Premio Nacional de Interpretación y Composición respectivamente. Ambos desarrollan su trabajo en el ámbito de la música clásica, pero se les ha premiado por aspectos muy distintos de su labor y por carreras de diferente longitud.
En el caso de Torres (Zaragoza, 1965), el jurado le ha concedido la distinción por “su fructífera trayectoria artística en la que destaca de manera especial su último trabajo de 2011: Apocalipsis. Además, reseña “sus valores humanos y la persistencia en una propuesta estética independiente”. Torres ha compuesto 87 obras desde que empezó en 1992 y compaginó la docencia con su trabajo artístico hasta que pudo empezar a vivir de sus obras hace algún tiempo. Apocalipsis fue un encargo del Festival de Cuenca en 2011 y combina elementos de la música actual con material antiguo como el canto gregoriano. Además, en marzo de este año estrenó su concierto para violín y prepara una ópera basada en la Medea de Fermín Cabal.
Pese a los malos tiempos, Torres no se queja (ayer menos, claro). “Hemos pasado unos años esplendorosos. Quizá era un mundo imaginario, pero ha habido una riqueza importante. Hemos tenido unas condiciones apropiadas de orquestas y encargos. Y es cierto que la situación futura está en duda. Pero eso de que la música se acaba no es verdad. Los artistas seguiremos existiendo haya o no ayuda estatal. No se acaba la música, en todo caso los intermediarios. Lo que rodea la música. A lo mejor había una burbuja que no nos podíamos permitir”, explica sobre el cambio de paradigma en la cultura.
El joven pianista Javier Perianes (Huelva, 1978), ha sido premiado por “su versatilidad a la hora de escoger un amplio repertorio y el compromiso con la difusión de la música española. Por su proyección internacional con presencia en los más importantes festivales y salas de conciertos del mundo, junto a orquestas y directores de gran prestigio”. Su juventud y “sus valores humanos” parece que también han pesado en su elección como modelo para una nueva generación de intérpretes.
Por la mañana, Perianes estaba todavía “como en una burbuja”. “Es una ocasión estupenda para dar las gracias. A mi mujer, mis padres, mi familia… mis profesores. A todos, desde el primero, que fue Julia Hierro, a los últimos, Ana Guijarro y Josep Colón”, ha explicado por teléfono. Respecto a si se ve como ejemplo para las nuevas generaciones de pianistas, como reseña el galardón, lo rechaza completamente. “No soy el representante de ninguna generación. Y tengo un respeto profundísimo por todos los pianistas que nos preceden. Nos equivocamos si decimos que la generación actual está más preparada, eso es un cuento chino del tamaño de un piano de cola. Por eso quiero acordarme hoy también de todos los pianistas que tanto han hecho por la música y a los que no se ha reconocido como a mí”.
El jurado, presidido por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Miguel Ángel Recio Crespo ha estado integrado por Remedios Navarro, Silvia Márquez, Mercedes Zavala, María Luisa Manchado, Antonio Moral, Fernando Turina, Alberto Posadas (Premio Nacional de Música 2011 en la modalidad de Composición) y Pedro Gandía (Orquesta Barroca de Sevilla, Premio Nacional de Música 2011 en la modalidad de Interpretación). Antonio Garde, subdirector general de Música y Danza del INAEM, ha actuado como vicepresidente.
Daniel Verdú
El País