La pianista fue una niña prodigio: nacida en la rumana Brasov y de ascendencia gitana, a los siete años dio sus primeros conciertos y a los doce se instala en Viena donde seguía residiendo. En su vivienda de la capital austriaca fue encontrada muerta el pasado jueves y en estos días se ha conocido que los funerales se realizarán presumiblemente el próximo miércoles o jueves.
En 1995, con sólo 17 años, Ursuleasa ganó el primer premio en el Concurso Clara Haskil, lo que lanzó definitivamente su carrera. Aspiraba a suceder a grandes intérpretes del teclado de origen rumano, como Clara Haskil, Dinu Lippatti y el todavía en activo Radu Lupu. Su madre era cantante y su padre tocaba música popular y de jazz. En su primer concierto a los siete, tocó el Concierto en Re mayor de Haydn.
Un portavoz de la policía austríaca descartó que se tratara de un crimen, así como también de un suicidio. Ursuleasa tenía previsto tocar junto a Sol Gabetta sonatas de Franck, Debussy, Shostakovich y Servais en el Teatro Colón de Buenos Aires, en el marco del 60° aniversario del Mozarteum.