17/7/2012 |
Moses Mendelssohn.
Cualquier reunión familiar puede ser fuente de regocijo o de dolores de cabeza, pero esas expectativas se elevan a la enésima potencia cuando el encuentro reúne a más de 200 miembros de una misma familia y, sobre todo, cuando estamos hablando de un apellido de tanta trascendencia como Mendelssohn. Los descendientes del filósofo alemán Moses Mendelssohn, a cuya familia perteneció también el compositor romántico Felix Mendelssohn-Bartholdy, han acudido en masa a Berlín para conmemorar los 250 años de su ilustre familia, que constituye 'un auténtico microcosmos de la historia judío alemana', según Thomas Lackmann, experto y también descendiente de los tatarabuelos banqueros.
'Todo empieza con una historia de amor, cuando en 1762 se casan un comerciante muy comprometido con las élites intelectuales del momento y una joven con aspiraciones literarias. Es una boda por amor, de forma que los inicios son ya muy modernos. Forman una familia notable, con hijos notables, viven en una casa notable con amigos muy notables. Forman un núcleo de la Ilustración en el Berlín de aquellos años, podríamos decir. Los hijos que crecen en ese ambiente de cultura y diálogo se desarrollan después en caminos diversos. Dos seguirán siendo judíos, dos se harán protestantes y otros dos católicos diversos. Estaba amaneciendo la Modernidad'. Lackamnn se refiere a la boda, el 22 de junio de 1762, del pensador berlinés y fabricante de seda Moses Mendelssohn con Fromet Guggenheim, hija de un comerciante de Hamburgo. Durante más de cinco generaciones y hasta el Holocausto, sus descendientes contribuyeron como banqueros, artistas o estudiosos a la historia de Alemania.
La casa de los Mendelssohn, 'el centro de aquella cultura de lealtad a los propios ideales, a la propia tradición y al coraje para vivir en tolerancia y asumir responsabilidades, que ha pervivido a través de generaciones', estuvo en Spandauerstrasse 68, aunque el centro de documentación que intentan ahora crear en la capital alemana parece tener como destino el Nikolaiviertel, el distrito medieval de Berlín.
El Centrum Judaicum de la capital alemana es la institución que más a fondo ha estudiado hasta ahora la historia de esta saga familiar y donde ha ido tomando forma, a lo largo de los años, el proyecto de un monumento, obra del escultor Micha Ullman, conmemorativo de la 'Casa dela Ilustración', el nombre por el que se terminó conociendo a la villa Mendelssohn por los debates religiosos, filosóficos y científicos que nacieron en sus salones.
'Es la historia de la emigración a Berlín entre la gloria y la discriminación, entre el esplendor y la expulsión', ha dicho el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, durante la inauguración de la exposición 'Historias de boda, amor y separación en 250 años de familia Mendelssohn', en honor del ilustre árbol genealógico.
A lo lago de todo este año, tanto Berlín como Potsdam, Leipzig y Hamburgo, así como la localidad suiza de Wengen y también Nueva York, acogen diversos eventos para documentar e ilustrar los 250 años de historia de esta gran familia.
Rosalía Sánchez
El Mundo