9/10/2011 |
Se llama Anne Midgette y escribe sobre ópera en las páginas del “Washington Post”. Su nombre saltó a la actualidad esta semana por el enfado de Plácido Domingo, que escribió una carta al responsable del periódico para quejarse de uno de sus artículos.
El asunto llamó la atención de la prensa española. No sólo por la dimensión mediática del tenor sino porque era la primera vez en su carrera que se enzarzaba en una polémica con un crítico después de un estreno. A Plácido le molestó el tono del artículo. Pero sobre todo el uso de la palabra “sabotaje”, que daba a entender que había hecho lo posible por deslucir el estreno de “Tosca” en la ópera de Washington.
El tenor español no cantaba sino dirigía y Midgette lo acusaba de estropear con su batuta una noche que de todos modos no habría pasado a la historia del género.
El párrafo de la discordia decía: “Las interpretaciones fueron obstaculizadas, de hecho saboteadas, por la dirección de Plácido Domingo. Domingo es un cantante maravilloso. Pero en lugar de apoyar a los cantantes, su batuta los ahogó o los aceleró. No estoy segura de que su presencia venda suficientes entradas como para que eso justifique estropear la noche”.
Al cantante le molestó que la crítica lo acusara de hacerlo mal a propio intento. Pero Midgette explica a ELMUNDO.es que esa no fue su intención. “Tengo delante una lista larguísima de críticos que han usado la palabra 'sabotaje' y es difícil de explicar”, explica la crítica, “sí puedo decir que no insinuaba que Domingo dirigiera mal a propósito. Pero no es tan bueno con la batuta como con la voz. Eso no lo digo yo. Lo ha dicho mucha gente. Y yo sé que es un hombre muy ocupado. Pero su obligación es mejorar y madurar. En 'Tosca' estuvo especialmente mal e hizo daño desde el foso a los cantantes. Luego supe que fue porque apenas ensayó. Pero nunca quise decir que lo hiciera a propio intento”.
No es la primera vez que Midgette tiene un roce con el tenor español. Pero la hemeroteca da fe de que valora y respeta sus logros como cantante. Así lo atestiguan las críticas de sus actuaciones más recientes y el artículo que publicó con motivo de su 70 cumpleaños.
“Soy una gran fan de Plácido Domingo”, explica, “celebro sus éxitos como cantante y lo considero uno de los más grandes de todos los tiempos. Por eso creo que no se puede permitir estar tan por debajo de su nivel. Tiene que trabajar para hacerlo mejor. Tiene talento para hacerlo y por eso me entristece que se agarre al uso de una palabra en lugar de reconocer que tengo razón”.
Hay quien ha visto en el artículo de Midgette una vendetta por la dimisión del cantante como responsable de la Ópera de Washington. Domingo dirigió la institución entre 1996 y 2011 y dejó una deuda que propició el rescate de la compañía y su integración en el Kennedy Center.
“Mi artículo era exclusivamente sobre 'Tosca' y no tiene nada que ver con su gestión. Domingo aportó cosas muy buenas. Trajo a Washington grandes estrellas que sin él nunca habrían venido a una compañía pequeña y eso es bueno. Pero la compañía vivió por encima de sus posibilidades y al final perdió su independencia. No culpo sólo a Domingo. Pero sí creo que en su posición otros directores se habrían remangado para mejorar las cosas. Él es un hombre muy ocupado”.
Midgette es una de las críticas más importantes de EEUU. Hija de un pintor y esposa de un compositor, se inició en el periodismo musical mientras vivía en la ciudad bávara de Múnich y fue ascendiendo peldaños hasta convertirse en la primera mujer en escribir regularmente de música clásica en las páginas del “New York Times”. En 2008 fichó por el “Washington Post” y desde entonces escribe un blog y ejerce como crítica titular.
Midgette asegura que mantiene una relación cordial con el cantante y que le ha dicho muchas veces en persona que no lo considera un buen director. “Al escribir el artículo ni siquiera me di cuenta de que Domingo había llegado a Washington justo antes del ensayo general y que apenas hubo ensayos antes de la interpretación que yo escuché”, explica, “ pero este hecho sólo confirma mi impresión de que él podría haber hecho mucho más. Me sorprende que haya reaccionado así a mis críticas porque él mismo me ha dicho que un artista sabe cuándo lo hace bien y cuándo no. Me da pena que un artista de su talla se tome una crítica como un ataque personal en lugar de responder como alguien capaz de mejorar. Me entristece saber que mi artículo no le gustó. Pero una tiene que ser honesta en este oficio”.
Eduardo Suárez
El Mundo