6/4/2011 |
La Filarmónica de Berlín, bajo la batuta de Simon Rattle, protagonizan la película «Un mundo en 3D», rodada en Singapur.
Gustav Mahler Quienes se hayan perdido alguna gira de la Filarmónica de Berlín con el británico Simon Rattle al frente tendrán próximamente la oportunidad no sólo de escuchar sino también de ver en tres dimensiones al famoso conjunto en salas cinematográficas de distintos países. «Un mundo musical en 3D», como se llama el proyecto, se grabó recientemente en Singapur con un programa integrado por la Primera Sinfonía de Mahler y las Danzas Sinfónicas de Rachmaninov. Se trata de una coproducción entre EuroArts Music, Context y Shaksfin, que ha aprovechado la espectacular arquitectura del Esplanade Concert Hall singapurés, situado junto a su no menos espectacular bahía.
Para la filmación en tres dimensiones y grabación en alta fidelidad se utilizaron ocho cámaras, además de grúas telescópicas y y raíles para el desplazamiento de las cámaras, material manejado por técnicos alemanes y asiáticos. Gracias a la más moderna tecnología, el espectador podrá tener la sensación de que asiste al concierto no sólo desde la primera fila de butacas, sino que en algunos momentos le perecerá estar en medio de la orquesta. «Se trataba del paso siguiente en este fascinante nuevo género después del éxito del filme de media hora titulado "Lan Lang la Tercera Dimensión", el pasado verano», afirma el productor, Hans W. Pausch.
Alternativa a los recortes
Rattle y los filarmónicos berlineses tratan así de emular el éxito de la proyección en salas cinematográficas de las grabaciones de representaciones de ópera, ballet o teatro. Así, por ejemplo, la Metropolitan Opera neoyorquina ha llegado a 1.500 pantallas cinematográficas de distintos países y ha logrado una recaudación la última temporada de 48 millones de dólares (unos 35 millones de euros). En el Reino Unido, las cadenas Cinework y Empire exhibirán el concierto de Singapur el 9 de mayo, y otras orquestas observarán sin duda de cerca el experimento porque podría ser una interesante alternativa en un momento en que el Gobierno recorta las ayudas públicas a las artes.
Abc