2/7/2010 |
Una ovación como hace tiempo no se recuerda se llevó anoche el «Simón Boccanegra» del tenor español.
Una ovación como hace tiempo no se recuerda en el Convent Garden de Londres se llevó anoche el «Simón Boccanegra» de Plácido Domingo, última escala del tenor español ahora como barítono antes de su llegada al Teatro Real de Madrid a finales de julio.
Domingo no sólo convenció en su nueva presentación vocal -en realidad su voz de siempre, incluso más natural, sin las exigencias de especiales agudos y con mayor insistencia en la parte baja de su timbre-, sino que dio al papel del corsario Boccanegra, elegido Dogo de Génova y artífice de la paz de sus conciudadanos, una extrema profundidad.
La elección de ese papel de la ópera de Verdi ha sido un acierto para Plácido Domingo, como ha rubricado el público que le ha visto por los escenarios que ya ha pasado: Berlín, Nueva York, Milán y Londres. A sus 69 años y tras ser operado en marzo para que le estirparan un pólipo canceroso, el cantante madrileño ha encontrado en Boccanegra una perfecta horma para su circunstancia vital: la tesitura adecuada para transmitir la oscuridad de los sufrimientos del hombre y un personaje que en sus esfuerzos de reconciliación ofrece un canto de esperanza por la propia condición humana.
Éxito rotundo
Domingo está acompañado en las siete representaciones programadas en la Royal Opera House de Covent Garden, cuyas entradas ya se han agotado, por un excelente cuadro de cantantes. Destaca notablemente el tenor Joseph Calleja, en su rol de Adorno, líder de revuelta y novio de Amelia, hija de Boccanegra. También la soprano rusa Marina Poplavskaya, como Amelia, y el bajo italiano Ferruccio Furlanetto, en su papel de Fiesco, primer y último oponente de Boccanegra. La orquesta está dirigida por su titular, Antonio Pappano.
Todos ellos protagonizarán una versión de concierto medio escenificada el 18 de julio en los Proms, el festival de verano que se desarrolla en el Albert Hall. Una grabación de la actuación en el Covent Garden, donde Domingo celebraba anoche su interpretación número 225, tras haber debutado allí con «Tosca» en 1971, se emitirá en pantalla gigante el 13 de julio en Trafalgar Square de Londres y en plazas de otras grandes ciudades británicas.
El montaje de la Royal Opera House no supuso novedad respecto a anteriores temporadas, ya que se trata de la reposición de la producción concebida en 1991 por Elijah Moshinsky. El decorado es potente -básicamente un atrio con enormes columnas a un lado que se aprovecha como exterior o interior introduciendo algunas modificaciones-, pero no singularmente sobrecogedor. Lo más notable es el movimiento del coro, con antorchas que arrojan dramáticas sombras, y un vestuario propio de la rica Génova de comienzos del Renacimiento.
EMILI J. BLASCO
Abc