18/3/2010 |
Algunos espectadores se rieron, burlones, de las más arriesgadas iniciativas. La crítica: 'Han hecho una exhibición de ideas inconexas e incoherentes'
Algunos tímidos aplausos... y, sobre todo, muchos pitidos y abucheos. Así fue acogido anoche por el público de La Scala de Milán el nada convencional montaje ideado por La Fura dels Baus para la nueva producción del 'Tannhüaser' de Wagner.
La ominipresente mano robotizada de 11 metros de altura y 1.300 kilos de peso que la Fura colocó en el centro el escenario de La Scala y que estaba cargada de múltiples significados (representaba desde el monte de Venus hasta un pentagrama, pasando por un árbol) no convenció al respetable. Y mucho menos el ballet en plan Bollywood que Carlus Padrissa y sus compañeros 'fureros' se marcaron en el segundo acto. De hecho, en ese segundo intervalo ya hubo los primeros abucheos... Por no hablar de las risas de mofa con las que algunos espectadores acogieron algunas de las más ¿arriesgadas? ¿disparatadas? iniciativas de la dirección artística.
"Excesivo, forzado, como un plato aderezado con demasiadas especias...", calificaba el montaje de la Fura dels Baus Marinella Ferrari, apasionada de la lírica y socia de la asociación 'Amigos del Loggione de la Scala'. "Me da la sensación de que han tratado de provocar, pero en realidad no lo han hecho. Lo que han hecho es una exhibición de ideas inconexas e incoherentes", se quejaba Ambroglio Mariani, otro entusiasta de la ópera que ayer acudió al estreno de la Fura en La Scala.
Hans Schmidt, un crítico alemán, también se tiraba de los pelos. "Es horrible. Hay demasiados elementos, demasiada técnica y poca atención a los detalles. Es todo excesivo, no dejan momentos de silencio. Y la mano... ¿qué demonios significa esa mano?", se preguntaba.
Aunque también hay que decir que hubo a quien le gustó. "Yo hubiera abofeteado a los que han silbado. Creo que es un montaje innovador y original. Tal vez no sea perfecto, pero contiene elementos muy interesantes", proclamaba Angelo Caccialanza, quien había pagado religiosamente 220 euros para ver la nueva producción del Tannhäuser en La Scala.
En lo que sí que hubo absoluta unanimidad fue en que el maestro Zubin Metha, quien desde 1978 no llevaba la batuta de la orquesta del teatro milanés, estuvo sensacional dirigiendo ayer a la orquesta. Y también hubo conformidad en que la soprano Anja Harteros estuvo magnífica en el papel de Elisabeth. Sin embargo tanto Roman Trekel, que dio vida a Wolfram, como Julia Gertseva, que prestó su voz al personaje de Venus, fueron abucheados inmisericordemente.
La nota en plan comedia italiana corrió a cargo de Sophia Loren. La actriz italiana asistió a la representación de ayer, en compañía de Giorgior Arman, desde el palco real de la Scala. Cuando ya se marchaba, el público la dedicó un caluroso aplauso. Y en ese momento, y convencidos de que la ovación iba dirigida a ellos, los cantantes protagonistas del 'Tannhäuser' salieron de nuevo a saludar acompañados del maestro Zubin Metha... Para descubrir que la aclamada era en realidad Sophia Loren.
Irene Hdez. Velasco
El Mundo