30/5/2009 |
A la directora de escena y biznieta del compositor, Katharina Wagner (Bayreuth, 1978), no le asusta la polémica sobre el escenario. Ya la vivió en propia carne cuando se estrenó su montaje de «Los maestros cantores de Nuremberg» en Bayreuth, y es consciente de que haga lo que haga «siempre habrá alguien que lo crítique». Algo que le puede suceder dentro de unas semanas cuando se estrene su montaje de «Tannhäuser», título que cerrará el próximo mes de julio la temporada lírica del Teatro Pérez Galdós de Las Palmas.
«Cuando se han visto tantas producciones del mismo título es difícil aportar algo nuevo». Y asegura que lo que más le ha interesado en este trabajo, con el que se presenta en nuestro país -aunque está bastante familiarizada con él pues tiene una casa en Las Palmas de Gran Canaria-, «es el personaje de Tannhäuser, que siempre está buscando. No sólo entre dos opciones -el placer o el amor-, sino en otras muchas como la religión», explica.Es consciente de que haga lo que haga «siempre habrá alguien que lo crítique»Un proceso difícil y tedioso.
En su lectura, «más intelectual», no habrá, como ha sucedido en otros montajes más recientes, la inclusión de escenas de sexo explícito en la escena de la bacanal. «Creo que para un regista es muy difícil trabajar este tipo de escenas, y he decidido evitarlas». «De todas maneras -añade- nosotros tenemos suerte porque contamos con una Venus muy estilosa (Evelyn Herlitzius). Sería más complicado si pesara 150 kilos», bromeó. En el foso, al frente de la Filarmónica de Gran Canaria, se pondrá Pedro Halffter, quien actualmente dirige en Sevilla otra obra de Wagner, «Tristán e Isolda».
La visita de Katharina Wagner a nuestro país para presentar este montaje, acompañada por el director artístico del teatro, Juan Cambreleng, levantó gran expectación pues hace tan sólo unos meses que asumió, junto a su hermanastra Eva -con la que asegura llevarse muy bien-, la dirección el Festival Bayreuth, que durante las últimas décadas dirigió su padre Wolfgang. Un relevó que ella misma confesó ayer ha supuesto un proceso «largo, difícil y tedioso, pues llevan mucho tiempo las votaciones».
Prudente en sus declaraciones, prefirió expresarse en alemán que no chapurrear español -«si se cometen errores cuando se habla en el propio idioma imagínense en otro», bromeó-, no escatimó. sin embargo, sus opiniones sobre la concurrencia a la dirección del festival, en el último momento, de Gerard Mortier, futuro director artístico del Real: «Me parece un poco complicado estar en varios sitios al mismo tiempo. No parece que tenga sus intereses muy centrados. Yo no podría hacer varios proyectos al mismo tiempo. Me daría miedo fallar en alguno. Pero a lo mejor él, siendo tan grande como es, tal vez hubiera podido».
SUSANA GAVIÑA
Abc