ClàssicsWeb, el teu espai

Almanac

Cerca de notícies

Paraules:
Tema:
Inici: Escollir data inici
Fí: Escollir data fi
Ajuda
Verso

NOTÍCIA

'La clemenza di Tito' abre la temporada operística del Liceu

30/9/2006 |

 

A partir del lunes se representa esta coproducción del coliseo barcelonés y la Ópera de Leipzig.

El Gran Teatre del Liceu abrirá el próximo 2 de octubre su temporada de ópera con 'La clemenza di Tito', una de las obras más brillantes pero menos representadas de Mozart, que narra de manera "didáctica" el egoísmo que rige la humanidad, a través de la historia del emperador romano Tito.

La obra, una coproducción del coliseo barcelonés y la Ópera de Leipzig, esta considerada una obra "seria", "filosófica" e "increíblemente teatral", amenizada por arias y cantos considerados "verdaderas joyas" operísticas.

'La clemenza di Tito', que Mozart compuso en 1791, meses antes de morir, con motivo de la coronación de Leopoldo II como rey de Bohemia en Praga, recrea el contraste entre la bondad, nobleza y justicia del emperador Tito, y Vitelia, hija del emperador Vitelio, que fue destronado por el padre de Tito, y que procura vengarse con actos desleales y egoístas.

El motivo de la venganza de Vitelia lo provoca la decisión de Tito de casarse con Berenice y después, descartada esta unión, con Servilia, lo que frustra su ambición de convertirse en emperatriz.

Vitelia, sin saber que finalmente Tito renuncia a unirse en matrimonio con Servilia para casarse con ella, convence a Sesto para que lo mate. Tito acaba conociendo el complot tramado por Vitelia y Sesto para asesinarlo, que confiesan sus intenciones, pero les perdona a los dos.

Según el director escénico Francisco Negrín, la ópera, que se divide en dos actos, refleja, en la primera parte, un mundo de personajes aislados y egoístas, en contraposición a un emperador justo y bondadoso, ecuánime y clemente, incluso con sus enemigos declarados.

Esta maldad, sin embargo, desaparece en el segundo acto, cuando los personajes más maliciosos se dan cuenta de las consecuencias de sus acciones y de que "pueden vivir de otra manera".

La puesta en escena de Francisco Negrín es una gran alegoría arquitectónica sobre los límites y las consecuencias de la soberbia humana en su intento de imponer un modelo de civilización artificial y egocéntrico.

La planta de una casa de Pompeya, colocada en posición vertical, es el decorado escogido por Negrín y el escenógrafo Es Devlin para hacer visible la dramaturgia de esta ópera, protagonizada por el tenor Michael Schade, en el papel de Tito; la soprano Véronique Gens, como Vitelia, y Ofelia Sala como Servilia, hermana de Sesto.

"Es un entorno artificial, sin sustancia, que tarde o temprano está destinado a hundirse", señala Negrín, que explica que todo este monumento dedicado a la vanidad humana desaparece en el segundo acto, cuando, tras la erupción del volcán Vesubio, Pompeya queda enterrada bajo las cenizas.

Vínculos con la actualidad
Negrín asegura que la ópera tiene una evidente relación con la actualidad, tanto en el mensaje que transmite como en los personajes, que sufren una clara transformación de personalidad a medida que avanza la historia.

Véronique Gens, que define a Vitelia como "un mal bicho" y una mujer manipuladora, compara este personaje con la secretaria de Estado norteamericana, Condelezza Rice, o con la ex primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher.

Para Michael Schade, su personaje Tito, en el extremo opuesto, representaría al Secretario General de las Naciones Unidas, Koffi Annan.


La Vanguardia

Catclàssics, música clàssica de Catalunya a internet