El festival de ópera de Bayreuth abre la temporada con 'El anillo del nibelungo' de Dorst
26/7/2006 |
El festival de ópera de Bayreuth abre hoy una temporada que ofrecerá como plato fuerte el estreno de 'El anillo del nibelungo' del dramaturgo alemán Tankred Dorst, quien pese a las grandes expectativas que despierta entre los wagnerianos el acontecimiento, afirmó sentirse "tranquilo".
"No tengo idea de cómo reaccionará un público tan especial como el de Bayreuth a mi propuesta. Yo estoy tranquilo, y si tengo en cuenta el poco tiempo que he tenido para trabajar esta tetralogía, puedo decir que incluso satisfecho con el resultado", declaró Dorst a Efe mientras tomaba una taza de café en la terraza de su hotel.
Su 'Anillo' será el decimotercero en la historia de un festival que comenzó con la puesta en escena de esta tetralogía por su propio autor, Richard Wagner, en 1876, y el décimo de la llamada "nueva era", el punto y aparte que los descendientes del compositor pusieron en 1951 a un Bayreuth marcado con el sello del nacionalsocialismo.
Para Dorst será su primera experiencia escénica con una ópera y el hecho de que sus primeros pinitos los haya plantado en Bayreuth con la más compleja de las obras resulta un hito. Dorst, de 80 años, fue el palo al que se agarró el patriarca de Bayreuth, el también octogenario Wolfgang Wagner, cuando el cineasta danés Lars von Trier le comunicó hace dos años que no se sentía capacitado para llevar a término el proyecto, encargado en el 2002.
La elección de Dorst sorprendió a los wagnerianos tanto como la renuncia de Von Trier, sorpresa que las primeras declaraciones del dramaturgo, ya con el proyecto maduro, convirtieron en desasosiego. "No soy wagneriano. Es más, si pudiera componer, escribiría óperas de otro tipo", dijo. Y añadió: "En los dos últimos años no ha habido un solo día en el que no haya pensado y escuchado el 'Anillo'. Aun así, sigo teniendo problemas con la música de Wagner. Me resulta patética".
Entre bambalinas, los ensayos continuaban con las injerencias habituales del patriarca, aunque a diferencia de los choques que hubo entre Christoph Schlingensief y Wagner en los preparativos de 'Parsifal', la sabiduría que dan las canas impidió que éstos se convirtieran en la comidilla de los correveidiles de Bayreuth.
Ha habido pocas filtraciones de cómo será el 'Anillo' de Dorst, pero ha tranquilizado a los wagnerianos más ortodoxos adelantando que el dios Wotan -más conocido entre los hispanohablantes por el nombre de Odín- no llevará traje de chaqueta y maletín. "Mi concepción del 'Anillo del nibelungo' transcurre en el mundo actual, pero los dioses siguen siendo dioses. El vestuario no es de nuestro tiempo y las actitudes de estas viejas figuras mitológicas tampoco son humanas", reveló.
Dorst no es un desconocido en el mundo teatral alemán, al que ha nutrido con decenas de obras, entre las que destaca 'Merlin', pieza mitológica de estudio obligatorio en las aulas de arte dramático y una de las favoritas de Wolfgang Wagner. "En julio del 2004 recibí una llamada proponiéndome el 'Anillo'. Cuatro meses después presenté mi concepto y en noviembre nos pusimos a trabajar contrarreloj", relato hoy a Efe el dramaturgo.
Para los ensayos de cada una de obras de la tetralogía, Dorst ha dispuesto de tres semanas y media, lo justo para entablar una mínima relación con los cantantes, probar decorados y sincronizar libreto, escena y música: "La ayuda de Christian Thielemann fue inestimable". Thielemann, director estelar de Bayreuth desde que Daniel Barenboim decidiera no volver al festival mientras Wagner siga al frente -el patriarca tiene 86 años y no piensa jubilarse-, asistió diariamente a los ensayos del 'Anillo', mostrando una dedicación que tampoco en este caso tiene precedentes.
Dorst no tiene, a sus ochenta años de edad, nada que demostrar y según declaraciones de Thielemann a Die Welt, éste tampoco tiene "ambiciones": "Lo importante para mí, ahora, es el presente. No quiero experimentos escénicos, quiero relajarme y disfrutar".
Está por ver si el conservadurismo escénico de Thielemann y el papel de «vigilante» que Wolfgang Wagner le adjudicó con el "novato" Dorst convierten el 'Anillo' que este miércoles comienza con 'El oro del Rin' en el sorbete que quite a los wagnerianos el mal sabor de boca que dejó la tetralogía estrenada en el 2000 por Jürgen Flimm.
Aunque el estreno de la temporada comenzará el miércoles, el festival se inaugura oficialmente hoy con la reposición de 'El holandés errante' estrenada hace tres años, con gran éxito de público y de crítica, por Claus Guth con Marc Albrecht a la batuta.
Hasta el próximo 28 de agosto, cierre el festival, está previstas treinta representaciones en dos ciclos que incluyen, además del 'Anillo' y del 'Holandés', los dramas wagnerianos 'Parsifal' y 'Tristán e Isolda'. Las 2.000 plazas de aforo que tiene el teatro están agotadas desde hace meses. El tiempo medio de espera para lograr una entrada, 234 euros la más cara, sigue siendo de entre ocho y diez años.
La Vanguardia