Oue promete una OBC en la elite
16/11/2005 |
El director califica la formación orquestal barcelonesa de excelente.
Calificativos superlativos y halagos por doquier, entusiasmo ilimitado, optimismo a prueba de bombas. Esas fueron las características de la primera comparecencia ante los medios de comunicación del nuevo director titular de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) a partir de la próxima temporada, el japonés Eiji Oue.
Tras un "bon dia, estic molt content de ser aquí", Oue continuó hablando - ya siempre en inglés- de la OBC, a la que calificó de "estupenda", "excelente" o "maravillosa", todo ello a raíz de los conciertos en que la dirigió en mayo del 2002 y en febrero del 2004 - que para él fueron experiencias "memorables"-, pues ahora sólo ha venido a Barcelona por dos días a firmar su contrato por cuatro temporadas y hablar con la prensa.
Sobre la marcha del aún titular de la OBC, Ernest Martínez Izquierdo, que accedió al cargo en la temporada 2002-2003 y que la dejará en julio del 2006, y sobre el voto en su contra de los músicos de la orquesta, Oue no quiso hacer valoraciones concretas, "pues desconozco la polémica", aunque añadió que el director catalán "ha dejado la orquesta con un gran nivel musical". Él confía en "no tener nunca problemas con los músicos", pero también dijo que "ha habido grandes maestros que tuvieron problemas con sus orquestas y eso no impidió que lograran muy buenos resultados juntos".
En cuanto a los resultados que Oue cree poder lograr con la OBC son en verdad encomiables y ambiciosos, aunque también habrá quien los considere enternecedoramente ilusorios. Así, tras considerar que "podemos hacer que la OBC sea una de las mejores orquestas del mundo", no tuvo reparos en añadir: "Creo poder conseguir en tres o cuatro años que Barcelona entre en el grupo de ciudades que atraen a los turistas por la calidad de sus orquestas", un grupo que él mismo calificó de "selecto, muy restringido: Viena, Berlín, Nueva York, Londres y poco más".
Sobre el Auditori, dijo que esperaba convertirlo en "un espacio de paz, amor y disfrute" y también en "un gigante de la educación musical", aspecto por el que dijo tener un especial interés "pues es fundamental educar a los jóvenes, atraerles hacia la música".
Sus comentarios sobre Catalunya y sobre Barcelona en particular fueron un halago continuo y de intensidad creciente, hasta el punto de concluir que es "el mejor sitio del mundo para mí en este momento. Por su maravilloso patrimonio, por su gran cultura e historia, por sus gentes, es un lugar ideal para crear, imaginar, soñar... Estoy muy contento de venir a trabajar aquí. Es uno de los momentos más felices de mi vida".
No faltaron tampoco los elogios para la comida, incluidas las croquetas, y los vinos nacionales, y hasta prometió Oue que va a ponerse rápidamente "a aprender catalán... No quiero ser un visitante, quiero integrarme. No tengo pinta de catalán, pero quiero sentirme catalán".
Sobre el tipo de programación que piensa llevar a cabo con la OBC, Oue se mostró partidario, como no podía ser de otra forma, de la variedad. "Mi repertorio es muy amplio y tengo una mentalidad abierta. La variedad de programas es fundamental, pero es necesario encontrar el equilibrio, el balance justo. Claro que quiero hacer música contemporánea y que los autores catalanes serán una prioridad de la programación, pero también pienso que podremos hacer obras de compositores actuales de Japón, Estados Unidos o Alemania, ¿por qué no? En todo caso lo que sin duda haremos son obras de Bach, Haydn, Mozart y Beethoven, pues estos grandes clásicos son el mejor entrenamiento para que una orquesta suene como un gran equipo... La orquesta podrá actuar sin problemas en las grandes salas de todo el mundo, pero ante todo tenemos que ganarnos al público de aquí, hacerles emocionar, conseguir su complicidad".
Marino Rodríguez
La Vanguardia