Halffter 75 años de un maestro
22/4/2005 |
La Orquesta Nacional de España inicia mañana un miniciclo dedicado a Don Quijote. El gran protagonista será Cristóbal Halffter, de quien se ha programado una selección de su ópera dedicada al personaje cervantino. A éste seguirá la próxima semana un homenaje del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea.
Cumplidos recientemente setenta y cinco años, la figura de Cristóbal Halffter aparece como la de uno de nuestros creadores musicales más respetados. Su reconocimiento tanto en España como en el extranjero hace lógica su presencia en las programaciones, más si tenemos en cuenta que el pasado 24 de marzo celebró sus tres cuartos de siglo, edad en la que menudean los homenajes. Sin embargo, la primera referencia a su nombre en estos días viene por otra razón. En febrero del año 2000 subía a las tablas del Teatro Real la ópera en un acto Don Quijote, con libreto de Andrés Amorós. Tres años antes, se presentaba un amplio fragmento –que técnicamente puede ser considerado como una suite– con el nombre de La del alba sería... extraída de la obra general. En medio de las conmemoraciones del IV Centenario de Don Quijote, volver a una de las piezas que se han escrito sobre él, de uno de nuestros compositores más reconocidos, resultaba casi una obligación. Como los acuerdos negociados con la Staatsoper de Barenboim han quedado, al final y por razones múltiples, en agua de borrajas, el montaje del Real ha quedado hasta ahora como único, rememorado a través de la grabación realizada por la Sinfónica de Madrid. Sin embargo, la suite que ofrecerá la Nacional, dirigida por Pedro Halffter Caro –titular de la Real Orquesta de Sevilla y de la Filarmónica de Gran Canaria–, se ha proyectado en mayor medida, habiendo sido dirigida por su autor en Viena.
A pesar de todas las dificultades, la ópera Don Quijote ha supuesto para su autor “un cúmulo de satisfacciones. Después de la grabación del disco, que creo que es una lectura extraordinaria, me doy por entero satisfecho”. De hecho, Cristóbal Halffter da por “finiquitada” la obra. “No me importaría cambiarla si hubiera sido preciso”, comenta a instancias de El Cultural, “y, de hecho, lo he realizado en varias ocasiones. Los compositores tenemos muy pocas ocasiones de ver nuestra obra en la distancia. Un pintor puede analizarla solo. En los estrenos siempre nos vemos rodeados de gente. Aislado, solo con el disco, me he podido dar cuenta de todos los detalles y me he dicho que ya está”.
De cara a la valoración de la suite que programa la ONE, Halffter le da un valor casi independiente. “Del mismo modo que el preludio de Los maestros cantores de Wagner es una pieza independiente aunque esté íntimamente unida a la ópera, pasa lo mismo con este fragmento que, se puede decir, tiene casi vida propia”.
Pero el protagonismo de Halffter va más allá. El próximo jueves, el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, le dedicará en el Auditorio Nacional, un monográfico con motivo de su 75 aniversario, ofrecido por la Orquesta de la Comunidad de Madrid. Su director, José Ramón Encinar, ha preparado un programa que incluye obras de los años ochenta y primeros noventa. “Yo no lo hubiera montado así, pero José Ramón es un excelente programador y supongo que lo habrá diseñado con un fin determinado”, comenta Halffter en un tono simpático. Además de las Canciones de Al-Andalus –a cargo de la mezzo María José Suárez– se incluye el Concierto para flauta y sexteto de cuerda –con Marco Antonio Pérez Prado– y el Concierto para violín y orquesta nº 2 –con Jesús Ángel León como solista–, dos obras íntimamente unidas.
Lo mismo y diferente
De hecho, según su autor “estamos ante una obra que podríamos decir que es lo mismo pero a la vez diferente. El material sonoro y la forma son parecidas, pero en el primer caso la flauta está enfrentada a un sexteto de cuerda mientras que en el Concierto para violín, juego con el protagonista, un cuarteto de cuerda y la orquesta. Puede ser útil para un estudio de procedimientos compositivos comparativos”. Se completa con las Canciones de Al-Andalus, encargo de Peter Girth, quien fuera intendente de la Orquesta Filarmónica de Berlín, a raíz de la visita de Halffter a la formación alemana.
La actividad del compositor madrileño no quedará aquí, ya que el próximo mes, la Orquesta de Valencia, bajo la dirección de su hijo, llevará a cabo el estreno mundial de Cuatro piezas para orquesta. Aunque el Palau de la Música de Valencia había publicitado como título Cuatro madrigales, según su autor son cuatro composiciones sinfónicas que muestran una curiosa división, con títulos que tienen mucho de sugerencias sonoras: Grito, Miedo, Memoria de Espejo y Homenaje a Hipasos de Metaponte.
Luis G. Iberni
El Cultural