Los empleados de La Scala se amotinan contra Muti en la platea del teatro
17/3/2005 |
La platea y los palcos del teatro de La Scala se llenaron ayer de aplausos cuando la asamblea de sus 700 empleados aprobó casi por unanimidad pedir la dimisión del maestro Riccardo Muti. En un verdadero clima de furia iconoclasta, el documento que pide la dimisión de Muti, del nuevo superintendente Mauro Meli, y del consejo de administración del teatro más famoso de Italia fue aprobado por todo el personal, desde los músicos hasta los porteros, con solo dos votos en contra.
A última hora de la mañana circuló el rumor de que el maestro había dimitido, pero lo negaron tanto los directivos del teatro como una fuente cercana a Muti, quien renunció la pasada semana a seguir dirigiendo la orquesta mientras no se calmen las aguas. Por desgracia para La Scala, que acaba de estrenar una fabulosa renovación, el problema no es solo artístico y laboral sino político, y las arremetidas del alcalde conservador de Milán contra los empleados y los sindicatos de centroizquierda no han hecho más que envenenar el clima. La pelea se inflama, además, por la cercanía de las elecciones regionales del 3 y 4 de abril, y de las elecciones generales del próximo año.
El conflicto se abrió el 24 de febrero por el abrupto cese del superintendente Carlo Fontana, con quien no se entendía el maestro Muti, y el nombramiento de Mauro Meli para sustituirle. Según el alcalde y presidente de la Fundación La Escala, Gabriele Albertini, «las peticiones de las organizaciones sindicales son inaceptables», pues La Scala ha perdido 16 millones de euros en el ultimo ejercicio, y está al borde de la crisis. El primer flautista, Davide Formisano, afirmó que «sentimos mucho tener que retirar la confianza al maestro Muti, pero la relación con la orquesta es ya de una separación matrimonial.
Juan Vicente Boo
Abc