11/8/2023 |
https://www.lavanguardia.com/cultura/20230810/9160716/entrevista-daniel-harding-director-orquesta.html
El director inglés pasó como un trueno por Torroella cerrando una gira Española con la Chamber of Europe.
Daniel Harding es de aquellos artistas que, sin mayores aspavientos, meten siempre la bala donde habían puesto el ojo. Su capacidad de concentración y trabajo es algo sobrenatural. Y corre pareja con su naturalidad: ni soberbio ni humilde, sólo un auténtico inglés de Oxford que de adolescente ya brillaba con luz propia, cuando le acogieron bajo su manto Simon Rattle en la Sinfónica de la Ciudad de Birmingham y después Claudio Abbado en la Filarmónica de Berlín.
Ha llovido. Este 31 de agosto cumple 48, pero la efectividad adquirida con los años no ha menoscabado su entusiasmo. Su mantra es... "si lo hacemos hay que hacerlo bien, de manera profesional". De ahí que lo de pilotar aviones, su otra pasión -con permiso de su afición al fútbol-, se la haya tomado en serio hasta el punto de ser empleado de Air France y dedicar tiempo a llevar aviones de pasajeros por Europa y el norte de África.
Residente en París -se mudó justo antes del Brexit y eso le acabó de convencer-, es director titular de la Sinfónica de la Radio Sueca y lo va a ser también, a partir de octubre del 2024, de la Accademia Nazionale di Sant Cecilia, en Roma, en sustitución de Antonio Pappano. Harding ha pasado esta última semana de gira por España de la mano de la Orquesta de Cámara de Europa, esa formación privada surgida en 1981 de la iniciativa de jóvenes músicos que habían coincidido en la Orquesta Joven de la Unión Europea, y de la que el propio Abbado fue gran mentor. Este miércoles culminaron el ciclo con gran éxito en el Festival de Torroella de Montgrí.
Este curioso programa que diseñaron para la gira Española, combinando Beethoven y Sibelius (sendas Cuartas sinfonías más la Obertura Coriolà y la Suite de Pélleas et Mélisande)... ¿fue idea suya?
Este lo sugerí yo, sí, porque son dos de los compositores con los que recuerdo haberme sentido impresionado al escucharlos interpretados por la Orquesta de Cámara de Europa. Son muy distintos pero son buenos compañeros. Me gusta la forma del programa. La Suite no estaba originalmente en el programa pero tuvimos que hacer un cambio y encontrar una pieza que encajara con la medida de la orquestra.
¿Por qué llamarla de cámara si superan el medio centenar de músicos en escena?
El concepto "cámara" es una actitud más que una medida. Últimamente las fronteras entre lo que es una orquesta de cámara y una sinfónica se diluyen, porque tenemos sinfónicas que tocan mucho repertorio en formación pequeña y que han aprendido realmente a tocar con esa flexibilidad y transparencia. Y luego tenemos algunas de cámara que pueden tocar en formación grande y que pueden ofrecer el poderoso sonido de lo que solía ser el repertorio sinfónico. La primera vez que se tocó así Beethoven parecía imposible. Y ahora es totalmente normal. Y luego se hizo con Schumann, con Brahms... ¡con Sibelius! ¿Por qué no?
De joven a mí también me extrañó que una de cámara tocara Sibelius. Pero dirigía Paavo Berglund. Y si él decía que era correcto había que oírlo"
Comienza a ser normal también.
La primera vez que escuché a esta orquesta tocando Sibelius fue bajo la dirección de Paavo Berglund. Yo también era joven entonces, debía tener 19 o 20 años y recuerdo que pensé... ¿Sibelius? Pero, eh, es Paavo Berglund. Y si él dice que es correcto habrá que oírlo. Porque nadie conoce mejor esta música. Y aquellas grabaciones y conciertos en directo son el Sibelius más extraordinario que jamás he escuchado. Sibelius es a menudo un compositor de equilibrios difíciles. Escribió partes para viento tan interesantes, y a veces con las orquestas grandes puedes oír una impresión pero no todo lo que hay. Pero no es un problema: ¿tocas con una orquesta pequeña? Tienes que trabajar duro para sacar un sonido profundo. ¿Tocas con una grande? Tienes que trabajar la transparencia. No hay una solución perfecta, pero necesitas grandes músicos.
Con la de Cámara de Europa se ha debido encontrar con gran parte del trabajo hecho...
Sí, pero eso a veces lo hace más fácil y otras más difícil. Muchos de ellos ya tocaron conmigo la Cuarta de Sibelius en Estocolmo, pero había otros para los que era la primera vez. Y lo que hacemos es alimentarnos de esa extraordinaria inteligencia musical que tiene la orquesta, porque tienen esa maravillosa habilidad de tocar y escuchar, se escuchan entre ellos y escuchan la música. Cuando tocamos la Suite 'Pelléas...' de Sibelius, que para mí era también la primera vez como para la mayoría, decidimos que la tocábamos, tocábamos lo que ahí estaba escrito y escuchamos, vemos lo que la música nos dice. Es magnífico no llegar y decir.. 'creo que debería tocarse así', sino... escuchemos al compositor, él nos dirá cómo debe ser.
¿No ha corrido a escuchar la versión de Berglund de la Cuarta de Sibelius?
No. La escucharé ahora, la próxima semana, porque preferí hacerla directamente y ver a dónde nos conducía. Porque si la hubiera escuchado antes habría querido intentar hacer lo mismo.
¿En su anterior entrevista con este diario, hace un par de años, le estaba dedicando la mitad de su tiempo al pilotaje y la otra mitad a la música, y quería bajar el ritmo, llegar a 30 o 35 programas por año, que es bastante... Lo ha conseguido?
Sí, ya sería eso. La mayoría de meses hago dos programas; otros hago tres y otros hago un proyecto largo.
Es bueno experimentar eso de no tener siempre la última palabra"
¿Sigue siendo copiloto o lo han ascendido a capitán? Comentaba que estando a las órdenes de un superior aprendía de cómo era la posición de los músicos en la orquesta...
Efectivamente, sigo siendo copiloto y, aunque no son mundos similares, sí tienen paralelismos. Y es interesante como piloto ser parte del equipo y con alguien que tiene la autoridad que yo no tengo. Es bueno experimentar eso de no tener siempre la última palabra.
¿Ha habido momentos duros en su vida en que seguir tomando decisiones se le hacia cuesta arriba?
Creo que eso es algo que tiene que encantarte. Siempre es duro tomar la decisión. Pero cada decisión que tomamos como directores es temporal. Y si te provoca ansiedad, no creo que puedas hacer el trabajo. Tienes que decir 'eso es así hoy' y sentirte cómodo con la decisión tomada... y mañana puedes tomar otra, no pasa nada. A veces crees en algo al cien por cien, estás totalmente seguro, y al año siguiente quizás dices no, estaba equivocado. Y a veces no estás seguro pero decides hacerlo de esa o aquella manera.
Hablando de decisiones... cuando dejo la Orquesta de París y se puso a pilotar, ¿fue porque necesitaba un parón?
No, sencillamente era demasiado ser director musical en Estocolmo y en París. Cuando dije que sí a París pensé probablemente que en algún momento dejaría Estocolmo. Aún así fui muy claro desde el principio con París: no nos conocíamos, me invitaron a dar un concierto y me pidieron que me quedara. No era lógico convertirme en director tras un solo concierto, pero lo disfruté, me gustaba la orquesta, y estaba en mi ciudad, así que di el ok, pero sólo por tres años. Y a los tres años me fui. Podría haber seguido, pero ahora cuando voy de invitado me lo paso muy bien, porque ahora disfruto de la fuerza de esa orquesta, como invitado puedes disfrutar, no tienes en mente otras cosas.
Para la Accademia di Santa Cecilia tengo planes ambiciosos: haremos el ciclo wagneriano, comenzando en 2025 y acabando en el 28"
¿Qué planes tiene con la Accademia Nazionale di Santa Cecilia?
Son planes ambiciosos: haremos el ciclo wagneriano, comenzando en 2025 y acabando el 28. Será mi primer Anillo del nibelungo al completo. Y lo haremos comenzando el primer año con la Valkiria, al siguiente Sigfrido, el siguiente el Ocaso de los dioses y al final haremos todo el ciclo entero comenzando por el Oro del Rin. Será además con algo visual. Y como en esa ciudad tenemos iglesias y basílicas increíbles, sacaremos la orquesta para los réquiems... de Mozart, de Verdi... Y también haremos el ciclo de Mahler, ahí los músicos tienen muchas ganas de hacerlo. Y decidiremos qué repertorio abordamos. No, no es un proyecto pequeño.
Maricel Chavarría
La Vanguardia