13/5/2021 |
https://www.lavanguardia.com/cultura/20210512/7447587/liceu-temporada-dudamel-netrebko-kentridge-opera-ballet.html
El Liceu rompe con la tónica la próxima temporada. El Gran Teatre ha querido celebrar por todo lo alto el 175º aniversario de su fundación, para lo cual no es que haya tirado la casa por la ventana con fuegos de artificio sino que con su 49,5 millones de presupuesto se ha sabido sacar diversos ases de la manga para conformar un menú bastante espectacular.
Para empezar, los nueve títulos habituales de ópera que forman la temporada del Liceu se transforman de algún modo en once, pues a parte de la ya anunciada Flauta Mágica dirigida desde el podio por el deseado Gustavo Dudamel, en las voces de Javier Camarena, Matthias Goerne y Núria Rial (que debuta en el coliseo de la Rambla), se representará la trilogía Mozart-DaPonte en una suerte de mini festival con dirección musical de Mark Minkowsky
Ahora se justifica el interés que tuvo esta batuta especializada en Mozart en dirigir a la Simfònica del Liceu en una gira por el territorio esta pasada temporada. Nozze di Figaro, Don Giovanni y Così fan tutte se verán en días consecutivos para, después de una jornada de descanso, volver a la carga, de manera que en total se hagan 12 funciones y el público pueda disfrutar de la narrativa contigua y los puntos de conexión entre las tres óperas. Incluso el reparto, joven y acrobático, participará de una escenografía que implica que los mismos cantantes cambian los cortinajes de un título a otro.
Otra propuesta ideada para la ocasión es el concierto que ofrecerá Anna Netrebko el 3 de abril, la víspera de la fecha señalada, uniendo los segundos actos íntegros de tres óperas como son Macbeth, La bohème y Turandot. Un poco al estilo de Las 3 reinas que acaba de cantar Sondra Radvakovsky, la diva rusa contará con el tenor Joseph Calleja y el barítono Bryan Terfel como compañeros de reparto y una producción de Valentina Carrasco.
No será la única estrella que se sume a la celebración. Habrá recitales de Javier Camarena, Piotr Beczala y Sonya Yoncheva, y ese tandem que forman Magdalena Kožená y Simon Rattle y que la pandemia obligó a cancelar en el Palau de la Música.
La temporada contará con dos coproducciones: Aridane auf Naxos, bajo la batuta de Josep Pons y en las voces de Iréne Theorin o Nikolai Shukoff -el montaje de Katie Michell (Lessons in love and violence) se vio por primera vez en Aix-en-provence-, y De Scheherazade a Yo, Carmen, de María Pagés, que abrazó también el Festival de Abu Dhabi.
Y la mencionada ópera de Richard Strauss no es la única con la que el teatro busca reconciliarse con los clásicos del siglo XX. Habrá dos producciones estrella dirigidas también por Pons: un War Requiem de Britten con un vídeo de imágenes del artista William Tillmans, una de las propuestas más premiadas del 2019 que procede de la English National Opera (ENO), y el Wozzeck de William Kentridge que el festival de Salzburg ha hecho una excepción cediendo al Liceu. Ambos títulos con la presencia también del barítono Matthias Goerne.
Àlex Ollé, asesor del teatro en producciones escénicas, podrá lucir este curso dos de sus montajes más celebrados: Pelléas et Melisande que procede de Dresde (que de hecho el Liceu ha de reconstruir porque se había desechado), y que combina con la ingravidez de la música de Debusy una estética cercana al cine de David Lynch o de Lars von Trier, y la Norma de los mil crucifijos que el furero estrenó en la Royal Opera House de Londres. La primera con Julie Fuchs y Simon Keenlyside, y la segunda con la propia Sonya Yoncheva compartiendo el papel protagonista con Marina Rebeka y Martha Matheu.
Y antes de anunciar los reposiciones, esta temporada tan señalada alumbra un hermanamiento crucial para la reintroducción del Liceu en la liga de las grandes óperas: Dudamel vendrá con la Orqueta de la Opéra de Paris a actuar a la Rambla, y la Simfònica del Liceu hará lo propio en la Bastille con Pons dirigiendo una de sus especialidades, El castillo de Barbazul, otro rescate del siglo XX.
Como montajes ya vistos, el Gran Teatre cuenta con el Rigoletto que se representó en la temporada 2006-2007 con Camarena, y ahora con Christopher Maltman, el barítono de moda, y Benjamin Bernheim en el papel de Ducca. Y también la Dama de picas, un montaje clásico pero hermoso, con Sondra Radvanovsky,
La temporada incorpora dos Winterreise. Uno con obra de Antonio López , una de las voces plásticas con las que contará el Liceu, y que tendrá lugar en la Modelo. Y otro de carácter dancístico con el Ballet Preljocaj, una propuesta que se estrenó en la Scala y que con una docena de bailarines describe a través del gesto la desolación del caminante y el acoso de la sociedad
En el apartado dancístico, el Liceu podrá por fin poner en escena la esperada Giselle de Akram Khan con el English National Ballet. Y en el apartado más clásico, el Ballet de Toulouse traerá un Cascanueces por Navidad.
El leit motive de la temporada lo constituye la idea de paraíso, un lugar supremo, un jardín de las delicias en el que los frutos son de vida y de conocimiento. Pero también un invento artificial del ser humano y una fuente de anhelo constante.
Maricel Chavarría
La Vanguardia