24/4/2021 |
https://www.lavanguardia.com/cultura/20210423/7097116/compositor-peter-eoetvoes-premio-bbva-musica.html
El músico húngaro de 77 años dice tener la esperanza de que una buena ópera suya se represente el siglo XXII.
La Fundación BBVA ha otorgado su Premio Fronteras del Conocimiento en Música y Ópera a Péter Eötvös, una figura que “sobresale” en las tres facetas que ha abordado: compositor, director y pedagogo. El jurado de esta decimotercera edición del prestigioso galardón califica al artista húngaro como una de las voces musicales más importantes de nuestro tiempo.
“Su importancia artística, originalidad y contribución al avance de la música desde la segunda mitad del siglo XX se aprecia con claridad en sus partituras para voz, solista y orquesta; y en óperas como Three sisters, Love and Other Demons y Senza Sangue . Sus composiciones instrumentales han sido interpretadas por los ensembles y orquestas más importantes del mundo”.
Presidido por Joana Carneiro, directora principal de la Sinfónica Portuguesa y el Teatro São Carlos, el jurado valora del artista que ha sido capaz de hacer una síntesis entre tradición y vanguardia, desarrollando un lenguaje musical innovador que mantiene la dimensión emocional, capaz de llegar a un público amplio.
En este sentido, el músico húngaro de 77 años, que dirigió el Ensemble InterContemporain de Pierre Boulez durante más de una década, ahonda en sus óperas en los temas de la realidad actual. Utilizando como fuentes no solo la conocida obra de Anton Chéjov Tres hermanas, sino también textos de escritores coetáneos, como Tony Kushner, Alessandro Baricco o Gabriel García Márquez.
El jurado destaca entre sus cualidades esa dimensión emocional que ha incorporado a una tradición innovadora que se había ido alejando del público. “La manera en que él entiende la música se plasma en la intensidad de la comunicación entre un compositor, a través de un intérprete, para llegar a un público. Ese punto en la codificación de la música del siglo XX se había roto", asegura Víctor García de Gomar, secretario del jurado y director artístico del Gran Teatre del Liceu.
"Con Eötvös ya no es solo un ejercicio mental o intelectual áñade De Gomar-, sino que busca llegar al público; algo importantísimo porque, sin abandonar un lenguaje innovador y rupturista, incorpora la dimensión emocional”.
El propio Eötvös, que el 2015 compuso Oratorium balbulum sobre el 11-S y los conflictos derivados de la delimitación artificial de las fronteras. admite que esta actitud emocional posiblemente se remonte a sus largos años de experiencia en el teatro y en la ópera.
"No se puede escribir ópera sin emoción, es un imposible, así que después de una decena de óperas, me he dado cuenta de que el público conecta con lo que ocurre en el escenario a través de la música, y este hallazgo lo trasladé después a mi música sinfónica”, explica.
Interesado en colaborar con autores vivos para tener una oportunidad de escribir una ópera del futuro. "Tengo la esperanza de que si escribo una ópera de buena calidad se va a representar en 100 años, y para lograr esto necesito colaborar con un autor de mi tiempo", declaró Eötvös al conocer la concesión del premio.
Su primer impacto entre la crítica y el público de la ópera tuvo lugar en 1998 con Tri sestry, la mencionada adaptación de la obra de teatro de Anton Chéjov. Su estreno en la Ópera Nacional de Lyon fue un éxito y después se ha representado más de 150 veces y es programada regularmente por los principales teatros de ópera. Un ejemplo de su capacidad para sintetizar la tradición europea musical más vanguardista conectando con un público amplio.
El jurado del premio lo han formado también Mauro Bucarelli, administrador artístico de la Academia Nacional de Santa Cecilia (Italia); Raquel García-Tomás, compositora (España); Pedro Halffter Caro, director de orquesta y compositor (España); Kathryn McDowell, directora general de la Orquesta Sinfónica de Londres (Reino Unido); y Annilese Miskimmon, directora artística de la Ópera Nacional Inglesa y el London Coliseum (Reino Unido).
El caso de Peter Eötvös es el clásico entre los compositores e intérpretes de relevancia: su madre era profesora de música. De ahí que muy pronto aprendiera a tocar el piano, el violín, la flauta, la percusión.... No tenía ni cinco años cuando compuso su primera obra. Nació en 1944 en Odorheiu Secuiesc, Transilvania, que entonces pertenecía a Hungría en lugar de a Rumanía. Pero su primera infancia la pasó en la localidad húngara de Miskolc, donde conoció ya a György Ligeti.
A los 14 años se trasladó a Budapest: el mismísimo Zoltán Kodály le admitió en la escuela de jóvenes talentos excepcionales de Liszt Ferenc. Mientras estudiaba composición, participaba en producciones de cine y teatro... aprendió a dibujar personajes con pocos trazos y adquirió el conocimiento del tiempo y el ritmo dramáticos. En 1992 comenzó a enseñar dirección y música de cámara contemporánea en Colonia, y en 1991 puso en marcha el Instituto Internacional Eötvös. En 2004 creó la Fundación Peter Eötvös de Música Contemporánea, dirigida a directores y compositores, en la que desde 2018 dirige un programa especial de orientación con un marcado carácter internacional. Hasta el momento ha compuesto diez óperas.
M. CHAVARRÍA
La Vanguardia