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Enquesta

¿Por qué se denominan ‘d'amore' la viola o el oboe barrocos?

8/3/2021 |

 

https://www.lavanguardia.com/cultura/20210307/6264914/instrumentos-amore-viola-oboe-barrocos-el-reto-musica.html

La orquesta barroca incorporaba instrumentos curiosos tales como la viola pomposa, la trompa de caza (o natural) o el oboe de amor, por citar algunos de los utilizaba Bach. Este último, que se caracteriza por un pabellón bulbiforme (en forma de pera), deriva del oboe tradicional, pero es un poco mas grande, más grave, dulce, con menos sonoridad y en registro mezzosoprano o alto.

Es lo que se llama un instrumento transpositor en La, ya que su sonido suena una tercera menor por debajo de la nota que ejecuta en su partitura. Aparecido en Alemania en la década de 1710, el oboe de amor (o hautbois d'amour en su denominación francesa)desapareció en el mismo siglo XVIII, habiendo sido un instrumento importante para los tanto para Bach, que escribió numerosos solos para oboe d'amore en sus cantatas y obras de cámara y conciertos, como para Telemann, que fue el compositor que lo hizo realmente famosos, pues lo utiliza en 42 obras. Aún así, en el siglo XIX comenzó a construirse de nuevo, pues se echaba en falta este pabellón añadido al sistema de llaves.

Algunos de esos instrumentos típicos del barroco han permanecido hasta la actualidad, como la viola da gamba, llamada así porque se tocaba entre las piernas (como un cello, aunque con seis cuerdas). Jordi Savall es de los intérpretes que, en su afán de recuperar la sonoridad original de la música antigua, más ha contribuido a su permanencia.

En la viola d'amore
Hay siete cuerdas que no se tocan con los dedos, suenan solo por simpatía, resuenan y vibran más allá
Y de la familia de la da gamba es la viola d’amore, un instrumento para el que Vivaldi compuso diversos conciertos, igual que Telemann, Biber, Bach, Marais o Locatelli. Su característica es que tiene seis o siete cuerdas sonoras, que llegan a frotarse, y otras tantas de resonancia. No se tocan con los dedos, suenan solo por simpatía, resuenan y vibran más allá de lo que se hace sonar en el instrumento. Su sonido es dulce y melodioso, y su calificativo “de amor” responde a que lo importante es la resonancia, los armónicos... Cuando amamos a alguien, resonamos con esa persona.

Maricel Chavarría
La Vanguardia