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Con una impecable carrera a sus espaldas, María Bayo no es una cantante que viva relajadamente de las rentas. Todo lo contrario. Siempre busca retos para seguir creciendo artísticamente: explora nuevos repertorios que siguen de manera fiel su evolución vocal. Estos días tiene diferentes frentes artísticos abiertos, una serie de proyectos que son el perfecto ejemplo de su versatilidad. A partir del día 11, protagoniza en los Teatros del Canal de Madrid, la siempre impactante Voix humaine, de Francis Poulenc. Es un debut en este papel que la artista afronta con energía y voluntad de aportar en un rol que han hecho suyo las grandes sopranos desde su estreno en 1959. El fascinante monólogo, sobre texto de Cocteau, supone para ella un reto, un tour de force: «No es nada fácil absorber durante toda la duración de la obra la atención de público. Es uno de los roles de Poulenc que faltaba en mi carrera. Anteriormente interpreté Les Mamelles de Tirésias y Diálogos de Carmelitas; es un compositor que se adapta muy bien a mi vocalidad».

Mucha presión psicológica

Ante una obra de tan impactante carga dramática, Bayo es consciente de que «las exigencias son enormes a nivel psicológico, teatral y vocal. Estamos intentando centrarnos no exclusivamente en la faceta de la mujer abandonada, porque hay unas claves en la partitura que el compositor enfatiza sin exagerar. Es un enfoque que diferencia la ópera de la obra teatral, en la que la ruptura y el abandono están más marcados. Desde luego que hay ruptura, pero la historia es algo más que eso. Por ello considero tan importante dar más matices. Lo que hace interesante y bonita, a mi juicio, esta producción es la búsqueda más allá del victimismo de la mujer. Además, la obra permite al público la ventaja de que cada cual pueda sacar sus conclusiones porque la otra persona no está ahí».

Cree firmemente Bayo que «nuestro objetivo es el de poner el foco sobre la canción española, armonizada para orquesta. Hay que tener en cuenta que el repertorio para piano y canto llega menos que si se hace con una orquesta. Siempre en mis conciertos hay una parte de lírica española. Se trata de un deber y desde joven estudié los ciclos de Granados o Falla, entre otros autores, como parte esencial de mi carrera».

Salto al Barroco

Del siglo XX, Bayo dará un salto al barroco francés en un concierto para la Semana de Música Religiosa de Cuenca a través de los motetes religiosos de Jean-Philippe Rameau: «No he cantado mucho barroco francés. Me lo pensé y al final me decidí a seguir adelante con el proyecto. El conocimiento del idioma te permite profundizar en la poesía y el lenguaje. Trato de ser versátil porque creo que me enriquece como artista. No podría quedarme con tres o cuatro compositores. Hay grandes voces que se concentran en tres o cuatro compositores, pero a mí me viene mejor el contraste de obras y autores».

Observa la cantante con preocupación el actual panorama de la música en España: «Todos los ecos que me llegan son deprimentes. La propia Orquesta de Navarra, con la que he grabado el disco, está con problemas de financiación y no es la única. En los teatros de ópera están asustados y esto lleva a una desgana tremenda, porque no cesan los problemas laborales y los despidos. No tenemos que olvidar que los profesionales crecen si encuentraN actividad importante en su país de origen. He estado de jurado en el concurso de canto Reina Elisabeth de Bruselas, y la presencia de concursantes del ámbito latino era escasa. Me dio mucho que pensar».