9/4/2013 |
Sin querer ser agoreros, esto se veía venir. Con la agresiva política de reducción de gastos y personal que ha desarrollado RTVE en los últimos meses (especialmente desde la llegada del PP) y el desprecio histórico de las administraciones a la música, muchos contaban las horas que faltaban para que la máquina de podar del Gobierno pusiera en su objetivo a la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE. Algún intento hizo el ente ya de desprenderse de esta histórica formación (en 1950 se creó el coro y en 1965 la orquesta) traspasándosela a la Comunidad de Madrid. Ahora, desde hace unas semanas, sabemos que los músicos y trabajadores de la orquesta han recibido ya una primera propuesta de la empresa pública para modificar el convenio y ahorrar costes. Y suena a antesala de la extinción total que se lleva persiguiendo hace tiempo.
Al parecer la dirección de RTVE pretende que los músicos pasen a tener un contrato laboral de fijos-discontinuos. Es decir, limitar la actividad de la orquesta a la temporada de abono. Básicamente los manda a casa despedidos más de cuatro meses al año. Es decir, muy probablemente se cargarían los proyectos pedagógicos, conciertos para fundaciones, festivales, grabaciones… Además de reducir notablemente el tiempo de práctica de una formación que necesita hacer su pretemporada para mantenerse engrasada. “El detener la actividad de la orquesta y coro durante más de cuatro meses, tal como se refleja en la propuesta supondría una merma de la calidad de la orquesta y el coro, ya que la actividad musical de una agrupación de este nivel exige una continua coordinación entre los músicos”, se quejan los músicos.
Los intérpretes creen también que esto supondría el fin de la labor de recuperación y promoción de la música española, tanto contemporánea como de siglos anteriores. “Dicho convenio contiene una serie de medidas tan agresivas que suponen una seria amenaza para la calidad de servicio público que debería ser RTVE y para la propia continuidad de la institución”, critican en su comunicado, colgado en la web que han creado para incorporar adhesiones a su protesta.
Lamentablemente si esta medida se lleva a cabo, el nivel de la orquesta bajará considerablemente. Los mejores músicos emigrarán a otra parte. Los peores permanecerán. Qué remedio. Y cuando ya nadie se acuerde de cómo se ha llegado a esta situación, ninguno pondremos inconveniente en que RTVE le de boleto a una orquesta pagada con dinero público que poco puede aportar artísticamente a quienes la sostienen. Así funciona.
Daniel Verdú
El Concertino