12/3/2013 |
El detonante fue una declaración del portavoz de Educación del Partido Verde, Harald Walser, quien el pasado diciembre denunció a Hellsberg por “evitar un estudio crítico de la historia de la filarmónica”, y por ocultar que la orquesta había condecorado dos veces, por último en 1966, al criminal de guerra Baldur von Schirach, a quien el Tribunal de Nüremberg había condenado a 20 años de prisión. Von Schirach fue jefe de las Juventudes Hitlerianas, y de 1941 a 1945 gobernador de Viena. Durante esta época se jactaba de que había conseguido dejar Viena prácticamente “limpia de judíos”. Desempeñó un papel decisivo en las deportaciones a campos de exterminio y ejerció presión para que también fueran capturados los músicos judíos miembros de la Filarmónica. Diez de ellos fueron deportados, cinco murieron en campos de concentración, otros dos fueron asesinados en Viena y nueve huyeron al exilio, del que nunca retornaron a Austria.
El escándalo no consiste solo en que en 1942 los Filarmónicos rindieran homenaje a un dirigente nazi como Von Schirach, otorgándole el Anillo de Honor, la más alta condecoración de la Orquesta, sino que repitieran el gesto, entregándole una réplica del anillo once años después de finalizada la II Guerra Mundial.
Hasta hoy se desconocía la identidad del personaje que tomó la decisión a favor de Von Schirach. El historiador Rathkolb ha descubierto que fue el trompetista Helmut Wobisch (1912-1980) quien entregó por segunda vez el anillo. Wobisch fue director ejecutivo de la Filarmónica entre 1953 y 1968. Bajo el régimen nazi había sido colaborador de la Gestapo y escribía informes sobre sus colegas de la orquesta. Se descubre, así, que en los años sesenta la Filarmónica de Viena eligió a su administrador a sabiendas de su pasado de ferviente nazi. En 1933, cinco años antes de la anexión de Austria por Hitler, el trompetista se había afiliado al partido nacionalsocialista NSDAP: es decir, no fue la presión del régimen lo que lo indujo a entrar en el partido.
De 123 músicos de la orquesta 60 estaban afiliados al partido nazi: un 50%, frente al 10% del resto de la población austriaca. La proporción de miembros del NSDAP en la orquesta vienesa fue, además, mucho mayor que en la Filarmónica de Berlín.
Julieta Rudich
El País