Desde sus comienzos, hace 26 años, el evento ampurdanés viene ofreciendo producciones operísticas propias o a cargo de importantes compañías invitadas, y ahora es el turno de la mítica casa de ópera berlinesa, una operación logística que ha significado el traslado de unos 160 profesionales a la Costa Brava, los encargados de dar vida a este nuevo “Don Giovanni” ideado por Roland Schwab, quien afirmó en rueda de prensa que el seductor que él imagina está bastante "más cerca del marqués de Sade que de Casanova", ya que, según él, "juega con el dolor de las mujeres".
Y va más allá al definirlo como "un personaje apocalíptico cuya única esperanza es la huida hacia adelante". Y de aquí su contemporaneidad: según el director de escena, Don Juan es "muy actual; hoy no es difícil encontrar personas que no creen en nada y atraviesan todos los límites”. Schwab menciona la inquietante película "Funny Games", de Michael Haneke, como un referente en este trabajo, específicamente en el tratamiento del sadismo, elemento que el ‘regista’ sitúa como centro de su propuesta. "El verdadero infierno es la repetición de las cosas hasta el infinito, el círculo infernal en el que está atrapado el protagonista", optando por una puesta en escena que subraya esa repetición. Por eso habrá en escena 25 figurantes que replican los movimientos del protagonista. “Son las almas de Don Giovanni”, apunta Schwab.
Su Don Juan busca a Dios sin encontrarlo, un punto de vista muy alejado del mito erótico masculino y machista que siempre se asocia al libertino. En esta producción Carlos Álvarez encabeza un reparto que llega con la dirección musical del español Guillermo García-Calvo y que cuenta, entre otros, con las sopranos Patrizia Ciofi y Ana María Martínez como dos de las enamoradas, junto a la Orquesta de la Deutsche Oper y al Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana.