El propio Dubach había denunciado la pérdida del violín el mismo viernes, y las autoridades alertaron a la policía, divulgando una foto captada por una cámara de vigilancia mostrando un hombre retirándose de la estación con un estuche de violín.
El verdadero propietario
Según Tretola, "había unos tipos extraños en el vagón y decidí tomar el estuche para que no pasara nada raro". Al otro día, al presentarse a la sección de objetos perdidos, quedó "horrorizado" al saber que la policía lo estaba buscando.
Además, supo en ese instante que el violín hallado era un Stradivarius y que costaba varios millones de euros.
Siempre según el diario, el propietario real del instrumento, que desea permanecer anónimo, le había prestado el violín a Dubach y en todo momento expresó su seguridad de recuperarlo.
"Nunca pasé tanto miedo en mi vida. Yo jamás habría podido reparar el daño", dijo Dubach al diario, en referencia al precio del violín.
Dubach y el misterioso dueño del Stradivarius decidieron ofrecer una recompensa a Tretola, aunque admitieron que el joven que devolvió el instrumento "no ha pedido absolutamente nada a cambio por su gesto".